jueves, junio 09, 2011

¿Son discriminatorias las escuelas que matriculan solo a alumnos de un sexo? Un proyecto de ley muy cuestionado

El pasado 27 de mayo el gobierno ha aprobado el Proyecto de Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación, que según la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, "responde al compromiso del Gobierno de seguir desarrollando y ampliando derechos civiles y es una apuesta clara por la igualdad de oportunidades". El gobierno dice pretender con la ley evitar cualquier discriminación, entre otras la discriminación entre hombres y mujeres, también en materia de educación escolar.

Dice el gobierno:

“En materia de educación, el Consejo de Estado entiende que la prohibición de financiación pública para centros educativos que excluyen a alumnado por razón de alguna causa de discriminación no vulnera el derecho de los padres a que sus hijos reciban una formación religiosa y moral acorde a sus propias convicciones. Además, según el Consejo de Estado, tampoco vulnera la libertad de educación ni la libertad de creación de centros docentes ya que, al margen de la financiación pública, el modelo de educación diferenciada se puede seguir aplicando.

O sea, las escuelas y colegios que solo admiten alumnos de un solo sexo pueden seguir existiendo pero corren el riesgo de no recibir financiación pública.

Entonces surge la pregunta, ¿Si se considera que son discriminatorias las escuelas de un solo sexo, porqué las admite la ley? ¿Por qué no se prohíben? No parece una ley muy consecuente… Decir que las escuelas de un solo sexo son discriminatorias, ¿No es como decir que los padres que deciden enviar a sus hijos e hijas a estas escuelas discriminan a sus propios hijos? ¿Qué intenciones tiene realmente el gobierno con esta ley? ¿No se tratará de un sutil ataque camuflado del laicismo doctrinal a la religión católica?
“Casualmente” la mayoría de estos centros privados de educación pertenecen a instituciones católicas. ¿No pretenderán con la ley ahogar económicamente a estos centros? Si no reciben ayudas, estos centros tendrán que aumentar el precio de matriculación. Habrá entonces padres que ya no podrán enviar a sus hijos a estos centros porque no lo pueden pagar. La ley estaría entonces creando otra discriminación, una discriminación económica. Estaría favoreciendo escuelas solo para ricos. Con esta ley los padres que mandan a sus hijos a estos centros tendrán que pagar dos veces: pagar impuestos para sostener la escuela pública y tener que pagar otra vez para la enseñanza de sus propios hijos.

Si se considera que una escuela es discriminatoria por admitir solo alumnos del mismo sexo y que hay que favorecer a las escuelas mixtas, ¿por qué el gobierno favorece los matrimonios entre personas del mismo sexo de la misma forma que los mixtos?
¡Qué afán de repente de mezclar los sexos! ¿Acaso se van a prohibir las cuadrillas de chicas o cuadrillas de chicos en los patios de las escuelas mixtos? ¿No habría que prohibir o quitar las ayudas a los equipos de futbol femeninos o los masculinos, y fijar por ley que tienen que solo recibirán ayudas si son mixtos? ¿Por qué no prohibir en el atletismo que hombres y mujeres compitan por separado?
Hay argumentos a favor de las escuelas mixtas, pero también a favor de las de un solo sexo. En las familias existe ya una “discriminación” natural de sexo y de falta de libertad. Los padres no deciden sobre el sexo de sus hijos. Ocurre que hay padres que solo tienen hijas, o solo hijos, o ambos.

Tomemos como ejemplos una familia de una sola hija con varios hermanos, o de un solo hijo con varias hermanas. Ya tienen una convivencia mixta en su hogar. Pero esta hija o hijo solo puede tratar con niños de otro sexo dentro de su familia, porque no tiene hermanos de su sexo. Le falta convivir con niños o niñas de su mismo sexo. Lo puede hacer en una escuela con niños de su sexo, sin que afecte a su educación harmoniosa con el otro sexo. Por otra parte probablemente es recomendable que los padres con un solo hijo lo manden a una escuela mixta.
La escuela de un solo sexo no tiene por qué considerarse discriminatorio si la educación y enseñanza que da no está orientada a una discriminación de sexo, y si en los cursos se enseña y educa para la igualdad en derechos de ambos sexos.
Mis hijos han ido a una escuela mixta y han recibido una educación sin discriminación alguna. Mis nietos sin embargo van a escuelas separadas, de niñas solas y de niños solos, y en su hogar son tratados de forma totalmente igual y en harmonía. Estoy tranquilo y satisfecho, porque están recibiendo una educación excelente.
Hay otros argumentos de peso a favor de la escuela de un solo sexo.

Jaume Figa i Vaello, Redactor jefe de Newsuic en la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), escribió hace un año en un artículo “La escuela mixta no garantiza la igualdad entre los sexos”. Dice: “Mientras en España algunos no quieren admitir otro tipo de educación que no sea la mixta, en otros países ya están de vuelta del modelo único. En Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países se abren paso fórmulas de educación diferenciada por sexos como opción preferida por muchas familias. Según un informe de la European Association Single-Sex Education (EASSE), en el Reino Unido, por ejemplo, 81 de las 100 escuelas con mejores resultados, son diferenciadas.” En su artículo publica una entrevista con Cornelius Riordan, uno de los pioneros en estudiar este fenómeno y profesor de sociología de una institución de enseñanza superior, Providence College, que ha escrito entre otros estudios el libro “Girls and Boys in School: Together or Separate
Cornelius Riordan decía en la entrevista que “En Estados Unidos existen las que se llaman charter schools, que son escuelas públicas pero con idiosincrasia propia. Algunas de éstas son diferenciadas. Hoy, las escuelas públicas diferenciadas están creciendo de modo espectacular, debido, sobre todo, a los resultados positivos que se obtienen. Desde hace unos diez años, las escuelas públicas que están cambiando –total o parcialmente– a la educación single-sex, están creciendo de forma exponencial.” En otro momento dice que la igualdad no puede ser fruto simplemente de mezclarlo todo, “Es algo cultural, de la calle. Y si en la calle no hay igualdad, en la escuela tampoco la habrá. Por eso es tan importante en la educación, no sólo lo que se recibe en el colegio, sino lo que se recibe, fundamentalmente en casa, en la familia. En un año, son muchas más las horas que pasa un niño en casa que en la escuela.”

El jurista J.M. Ruiz Soroa, escribe en El Correo de hoy, 9 de Junio, un artículo ”El dogmatismo y el Ejemplo” en el que dice, “Tratar la enseñanza separada como un supuesto de discriminación es de un simplismo estremecedor “, y sigue “Existen valiosos estudios científicos y experiencias internacionales que demuestran que la educación separada es beneficiosa en muchos aspectos para el desarrollo igualitario de las capacidades de los individuos de uno y otro sexo y que, por ello, es una opción perfectamente válida para garantizar una educación realmente igualitaria. La propia Unesco (Convenio sobre Lucha contra la Discriminación en la Enseñanza) estableció que la educación separada no es por sí misma un caso de discriminación. Y es que la igualdad, ya lo dijo Aristóteles, no consiste en tratar a todos por igual, sino en tratar por igual a los iguales y tratar desigualmente a los desiguales. Pero, seguramente, estas son sutilezas y pamplinas para los nuevos dogmáticos, los que confunden cualquier diferencia con una discriminación flagrante.”

Ruiz Soroa da un ejemplo de otra discriminación real en La escuela pública: “Haría mejor la Administración Pública, en lugar de intentar imponer un igualitarismo ramplón, en preocuparse de otros aspectos de la educación pública que, estos sí, seguro que afectan negativamente a la socialización igualitaria de los niños. Por ejemplo, en la escuela pública donde se forma mi nieto resulta que todo el personal tanto docente (maestras) como de apoyo (cuidadoras, encargadas del comedor, limpiadoras) han sido y son mujeres durante toda su niñez. La percepción de esos niños sobre el papel de los sexos en la sociedad de los adultos es la de que las mujeres son las encargadas de todos los roles 'próximos y sucios' de cuidado, alimentación y apoyo, mientras que los hombres están lejanos a tales tareas y situados en un olimpo superior (profesor de deportes y profesores de los mayores). Mi nieto no ha visto ni a un solo hombre que asuma en su escuela tareas de alimentación, cuidado, atención o limpieza. A mi nieto sólo le han cuidado mujeres. ¿De verdad que la Administración no es consciente del modelo de socialización desviado en que de esta forma se introduce a los niños en lo que se refiere a la valoración de roles y tareas? ¿No convendría introducir la igualdad en los ejemplos vivos que la realidad escolar ofrece a los educandos? Preocuparse tanto de que niños y niñas se mezclen en las aulas, cuando mujeres y hombres no se mezclan en las tareas de su cuidado, es más bien fútil. Aunque suena muy bien, como todos los dogmas.”
¿No será que el gobierno nos quiere adoctrinar? Espero que el parlamento enmiende el proyecto de ley.

jueves, junio 02, 2011

Hay políticos profesionales que no han captado el mensaje del 15M. ¿O no lo quieren entender?

En la sección de Opinión de El Correo del 30 de Mayo leí:

“A raíz de las concentraciones en diversas plazas del Estado español comentaba el economista y escritor José Luis Sampedro que no estamos educados para pensar. Hacía mucho hincapié en que hoy la opinión pública es mediática y moldeada a imagen de lo que le interesa al poder económico. «Se fomenta el bipartidismo, no hay cauces suficientes de participación, a la izquierda no la representa el Partido Socialista, y la crisis de valores es tal que se sustituyen valores por intereses».

Detectada la enfermedad, ¿cómo se cura? ¿Con asambleas en las plazas? ¿Con manifiestos del tipo 'Yo acuso'? ¿Con una verdadera separación de poderes? ¿Con listas abiertas? ¿Apelando al gendarme necesario? ¿Echando la culpa de todo a los partidos para tratar luego de sustituirlos por un sistema asambleario callejero?

No es fácil dar respuesta a esto, pero sí es conveniente tener algunas ideas claras. Por ejemplo, esa petición de listas abiertas para elegir a los representantes en los parlamentos. Esa posibilidad ya existe a la hora de elegir a las senadoras y senadores. Usted en las tres casillas puede poner la X en la candidatura que quiera. Pero ¿se hace? En muy pocos casos. Quizás por comodidad, quizás por desconocimiento, quizás porque no se valore al Senado; por lo que sea. Pero la posibilidad de listas abiertas existe ya. Que no se use o se use mal es otra cosa.”

Los párrafos anteriores están sacados del artículo de Iñaki Anasagasti Ojalá la política aburrida fuera noticia en la sección de Opinión de El Correo del 30 de Mayo. El artículo lo había empezado diciendo, “A las sociedades democráticas las vertebran los partidos políticos”.

Pues lo que han querido decir los que llenan las plazas de España es que los partidos políticos no solo se limitan a vertebrar a las sociedades democráticas, sino que monopolizan la democracia y se olvidan del pueblo. Aunque esto no pasa en todas las sociedades democráticas. Que las hay también más participativas.

El señor Anasagasti debería alegrarse de que haya personas que han votado para el senado en unas listas abiertas a personas y no cerradas de partidos, aunque hayan sido pocos (el senador no da números), en lugar de esconderse en este argumento para que no se extiendan las listas abiertas al congreso de diputados, a las autonómicas, a las forales, a las municipales. Dar a entender que por esto la gente no está a favor de listas abiertas es aventurado. Quizás a mucha gente no les han convencido muchos de los candidatos para el senado, porque los candidatos eran desconocidos para el público o porque estaban eclipsados por los cabezas de listas en los folletos. Hay un vocabulario sobre la esfera política actual con palabras como  “lobbies”, “barones”… Pero apenas se oye por parte de los políticos las palabras “participación ciudadana”.

Dice el senador sobre la oportunidad de tener también listas abiertas para el Congreso, “Es una posibilidad, pero también en una cámara se busca una cierta homogeneidad para poder trabajar. Los diputados y senadores no solo representan territorios sino, tras ser elegidos, han de formar parte de comisiones específicas. No todo el mundo tiene elementos de juicio en todo a la hora de tomar decisiones sobre leyes que afectan a toda la sociedad y un mínimo de coherencia y de sapiencia se impone. Un parlamento no es una heladería de tutifruti. Es algo mucho más serio.” ¿Hay que entender de estas frases que los partidos meten en sus listas a personas que no tienen elementos de juicio… ni un mínimo de coherencia a la hora de tomar decisiones y de sapiencia? Claro, en este caso sería mejor no tener listas abiertas. ¿Habrá sido el caso por el que pocos han votado a personas en las listas del senado? Y espero que los heladeros no se sientan ofendidos, porque los hay muy buenos. Y puede que sean más serios que algunos políticos. A veces cuando hablan políticos tenemos la impresión de estar a la barra de un bar y que alguno ha tomado un chiquito demás.

Sin embarga el señor Anasagasti admite que existe la enfermedad. Y tiene razón que esta no se cura con asambleas en las plazas, con manifiestos del tipo 'Yo acuso', con una verdadera separación de poderes (¿?), con listas abiertas (¿?), apelando al gendarme necesario (!!!!), echando la culpa de todo a los partidos para tratar luego de sustituirlos por un sistema asambleario callejero. Pero exagera para forzar su opinión. No ha entendido que las asambleas solo son reivindicativas y no son sustitutivas. Aunque ya están preparando propuestas para pasárselas a los políticos, que ya veremos lo que hacen con ellas.

No parece haber reflexionado mucho sobre las palabras de José Luis Sampedro, el señor Anasagasti. ¿Será que no quiere que las cosas cambien? No será inercia política. ¿Tendrá miedo de que terminara la situación confortable de los políticos? ¿Qué la interpelación del pueblo pueda ser más difícil de contestar que la de la oposición del contrario político?

También dice cosas como “siempre se dice que una democracia seria es una democracia aburrida”. Será por esto que algunas de “sus señorías” no pueden retener el sueño en el hemiciclo. Por lo menos los que asistan a la sesión, que muchas veces son una minoría. ¿Estarán en sus despachos trabajando duro para conseguir que las sesiones no sean aburridas?

También hace reproches a los medios de comunicación. En algunos aspectos con razón. Sobre todo cuando le sirve a su argumento. No cuando dedican páginas a las protestas de la gente. Solo los políticos deben salir en la foto, naturalmente. Eso sí que es importante para un político. Esto es lo que algunos llaman “carisma político”. Hay que ser un poco charlatán para ser un “buen” político.

El señor Anasagasti ha oído algún joven decir, «No nos interesa la política, lo nuestro son los problemas de la gente». Y dice el senador que “a este chaval nadie le ha debido de decir que si algo es la política es ocuparse de los problemas de la gente”. ¿Ocuparse de los problemas de la gente sin escuchar a la gente? ¿No es justamente lo que reprochan a los políticos los que se manifiestan en las plazas?

Poca estima le tiene a las capacidades y la sabiduría del pueblo, el señor Anasagasti, cuando empezó su artículo diciendo, “Mala cosa es una sociedad del espectáculo, trituradora de personas, de situaciones, y necesitada todos los días de cambiar el guión de la película”. Contra una sociedad trituradora sí se necesitaría “apelar al gendarme necesario” del señor Anasagasti. Pero yo no veo a una sociedad así. Hasta ahora se veía más bien a una sociedad muda, amorfa o pasota. Pero parece que se está por fin despertando. Hay gente muy sabia que ha comprendido la voz de esta sociedad, como José Luis Sampedro, Federico Mayor Zaragoza, o José Ignacio Calleja. Los políticos harían bien en escuchar su voz y reflexionar con autocrítica, en lugar de defenderse con argumentos baratos para proteger su cómodo estatus.
Ser, Saber, Sentir