lunes, febrero 25, 2013

La sabiduría irrumpe en el marketing


La ‘filosofía’, que en griego significa “amor por la sabiduría”, ha entrado en la publicidad comercial de la mano de dos personajes en la edad de la madurez. Usan el sentido común, un conjunto de dos palabras que nadie ha podido definir con exactitud, por mucho que lo han intentado personas con sentido común. Una definición muy conocida dice que es “el menos común de los sentidos”. Quizás por eso es tan difícil de definir. Pues esas dos personas, poco comunes, tienen en común que han introducido un poco de sentido común en la publicidad. ¿O sabiduría?

Me refiero a Eduard Punset, jurista, escritor, economista, de 76 años, que usa sus dones de simpático divulgador científico para traer pan de molde 100% natural a tu mesa. No de cualquier marca, por supuesto.


El otro se presenta a sí mismo en la página web de un fabricante de automóviles: “Soy Leopoldo Abadía profesor, escritor, abuelo y gurú de la economía campechano, y aquí te voy a explicar, con la ayuda de (marca de automóvil), todo lo que necesitas saber antes de adquirir un nuevo coche.” Leopoldo Abadía tiene 79 años y es el autor de “Teoría de la Crisis Ninja”, el libro que le ha hecho famoso y en el que explica los pormenores de la crisis con un lenguaje coloquial.

Los dos son personajes muy solicitados para dar conferencias, porque tienen una forma amena de explicar las cosas complicadas (que lo son por culpa de los “profesionales”) en un lenguaje que todo el mundo entiende.

Yo que tengo una edad intermedia entre ellos dos estoy esperando a que los frailes trapenses me fichen para que os lleve a vuestra mesa su cerveza, que es la mejor porque ocupa el primer puesto en el ranking mundial. Sin embargo no sería de mucho sentido común, porque esta cerveza no se exporta, hay que ir a comprarla en la abadía “en un lugar de Flandes”, como diría Cervantes si hubiese sido flamenco.

sábado, febrero 23, 2013

Hoy es el Día Internacional de la Lengua Materna… y del plurilingüismo


 
Hoy es el Día Internacional de la Lengua Materna. Fue proclamado por la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 1999, y ha sido celebrado cada año desde febrero de 2000 con objeto de promover todas las lenguas del mundo. “Ese Día ofrece una oportunidad eficaz de movilización a favor de la diversidad lingüística y del plurilingüismo.”, proclama la UNESCO.

Pero yo me pregunto: ¿Cuál es mí lengua materna? ¿Es la lengua que me enseñaba mi madre? ¿Es la que se hablaba en mi casa cuando era niño? ¿O es la que hablo todos los días ahora? Hay lenguas que no tienen un libro de gramática con reglas escritas, y que se transfieren oralmente de padres a hijos. Como los dialectos. Se hablan en poblaciones de un mismo país y aunque estén derivados de una lengua común, puede ser que una persona de una población tenga dificultad de entender el dialecto de una persona de otra. Un ejemplo es el flamenco, que es derivado del neerlandés. Los flamencos se expresan en varios dialectos: el de Amberes, el de Bruselas, el de Flandes Oriental, de Flandes Occidental, el de Limburgo, y que además presenta diferencias de un municipio a otro. Viendo que la falta de usar una misma lengua era un hándicap para relacionarse, el gobierno de Flandes decidió desde hace mucho promover el ABN,  Algemeen Beschaafd Nederlands – el “neerlandés general educado”, como lengua común y que es la misma lengua que la lengua oficial de los Países bajos. Hoy en la mayoría de los hogares flamencos se habla y se educa a los hijos en la lengua oficial y se acostumbra a usar menos el dialecto. El ABN se ha transformado así en la lengua materna. Sin embargo esto no impide que se mantenga el acento local. El mismo neerlandés hablado por un flamenco o por un holandés suena distinto, y unos y otros tienen preferencias por algunas palabras.

Pero esto ocurre con todas las lenguas. El idioma español hablado por un vasco no suena igual que el hablado por un andaluz. El ciudadano francés de Lille no habla con el mismo acento que el de Marsella. El de Vitoria habla de otra forma el euskera que el de Donostia. El neoyorquino habla un inglés distinto al londinense. Un yanqui no habla de la misma forma que un tejano.  Pero todos se entienden entre sí, que es lo importante. Además estas diferencias tienen su gracia, rompen la monotonía, dan un color a la lengua.

¿Qué se entiende oficialmente con “lengua materna”? Según la RAE, la lengua materna es “la que se habla en un país, respecto de los naturales de él”. La UNESCO la define así en un documento editado en Bangkok en 2007: Lengua materna, primer idioma, idioma nativo: “Idioma que una persona (a) ha aprendido primero; (b) que le identifica como locutor nativo, o con la que es identificado un locutor nativo por otros; (c) que conoce mejor; o (d) que más utiliza.” Entonces puede ocurrir que una persona tenga más que una lengua materna, como yo, por circunstancias de la vida…

Todas las lenguas tienen sus riquezas y por lo tanto merecen ser preservadas. También las que son habladas  por minorías. Según informa la UNESCO: “El día internacional de la lengua materna (21 de febrero) es la ocasión de hacer valer el rol primordial de la educación para el desarrollo sostenible en la promoción y preservación de las lenguas maternas. Entre las 6000 lenguas y dialectos existentes en el mundo, 50 por ciento se encuentran amenazados. Una lengua desaparece en promedio cada dos semanas, extinguiendo con ella todo un patrimonio cultural e intelectual. La protección de la diversidad lingüística es un reto para el desarrollo sostenible. Las lenguas son un vehículo de saberes y habilidades locales y constituyen una herramienta de sostenibilidad irremplazable. La disminución del número de hablantes que son portadores del saber tradicional tiene un efecto directo en el medio ambiente. Así, la diversidad lingüística es un reflejo de la diversidad natural. Estos dos valores garantizan la prosperidad de las generaciones presentes y futuras así como la realización del desarrollo sostenible. Desde sus inicios, la educación para el desarrollo sostenible ubica la promoción de las lenguas maternas como una prioridad dentro de sus objetivos en la lucha contra el analfabetismo.

En el siguiente vídeo, preparado en 2012 para el Día Internacional de la Lengua Materna, nos presentan cómo en España la introducción de programas informáticos en las escuelas que posibilitan el uso de las lenguas maternas de los alumnos ha ayudado a mejorar la educación y la preservación de sus respectivas lenguas. Se trata de un programa promovido por la compañía Microsoft.

Pero proteger y usar la lengua materna no es suficiente. Es importante educar en el bilingüismo, y mejor aún en el plurilingüismo. Así lo recomienda la UNESCO: La UNESCO promueve estrategias educativas bilingües o plurilingües, basadas en el uso de la lengua materna –un importante factor de integración en la enseñanza y la educación de calidad. Las conclusiones de las investigaciones indican que este enfoque tiene repercusiones positivas en el aprendizaje y sus resultados.

La Organización proporciona también marcos normativos para la formulación de políticas lingüísticas y la enseñanza bilingüe y plurilingüe basada en la lengua materna, y facilita el intercambio de prácticas idóneas en este ámbito.”

Es mejor que a los niños, hasta que no dominen otras lenguas, se les enseñen las materias en su lengua materna. Pero más sobre esto lo cuento aquí.
Ser, Saber, Sentir