sábado, agosto 23, 2014

Molinos de Agua de Flandes y Pieter Bruegel


Molinos de agua ya habían en las antiguas Grecia y Roma, Eran una forma de aprovechamiento de la energía hidráulica de ríos y riachuelos, generalmente para moler cereales. Existen todavía en gran cantidad sobre todo en el Reino Unido, los Países Bajos y Bélgica. Según la lista en el Wikipedia, tan solo en Flandes hay cerca de 180.

Algunos son atracciones turísticas clasificadas como por ejemplo los de Grimbergen y el de Pede, donde los más antiguos datan del siglo XIV, aunque naturalmente han sido restaurados.

En Grimbergen, un municipio en el Brabante Flamenco, conocido sobre todo por su cerveza de abadía (fabricada con receta de los monjes de la abadía de Grimbergen), hay un museo, MOT – Museum voor Oudere Teknieken – (Museo de técnicas antiguas) que tiene secciones  en dos molinos: el Liermolen y el Tommenmolen. Junto a las fotos actuales se muestran imágenes de estos molinos publicadas en un librito de postales antiguas del periodo 1880-1925 (*).


Liermolen antes

El  Liermolen original fue adquirido por la abadía a la familia Lire en 1341 aunque el molino actual data de los siglos XVII y XVIII con cambios posteriores del edificio. Tiene la característica que el agua se introduce a media altura en la rueda.


 y ahora

El otro, Tommenmolen, data del siglo XVI, y tiene su nombre de sus primeros propietarios “Tommen”. En 1573 fue adquirido por la abadía y en 1969 lo adquirió el municipio de Grimbergen y lo restauró. Un establo del conjunto de edificios está ocupado por el Museo MOT y la antigua casa del molinero ha sido transformada en un agradable café-retaurante con terraza.

Tommenmolen antes

 Una curiosidad: el antiguo establo de los cerdos es ahora el cuarto de aseo, con las debidas reformas y adaptaciones a los seres humano naturalmente, y con la condición que estos no se comporten como “cerdos”. Todo el sitio está protegido como patrimonio del ayuntamiento.

y ahora
El molino de agua de Pede, más concretamente St Gertrudis Pede, que todavía puede funcionar, data de 1392 pero ha sido reconstruido en el siglo XVII después de un incendio. Es considerado monumento histórico. En 1989 fue adquirido por esta aldea del municipio de Dilbeek en el Pajottenland, una región del Brabante Flamenco cerca de Bruselas.

Molino de Pede en la fachada trasera de la casa.


Fachada principal de la casa

Piensan que este es el molino que aparece, abajo a la derecha, en el óleo  La urraca sobre el cadalso” que Pieter Bruegel el Viejo pintó cuando vivía en Bruselas.


No fue el único cuadro que Brueghel pintó en la región. Allí está su cuadro de la “Parábola de los Ciegos” en el que aparece la iglesia de Sint Anna Pede, otra aldea de Dilbeek.


En el fondo, la iglesia




 La iglesia hoy

dibujada por mi hermano André

En el exterior de esta iglesia hay actualmente una exposición al aire libre de reproducciones de los cuadros de este famoso pintor flamenco, así como en una ruta de paseo en bici por el municipio de Dilbeek, también con reproducciones.













(*) Grimbergen in oude prentkaarten – (Grimbergen en postales antiguas), Dan Dubois & Jacques Lemercier, Biblioteca Europea – Zaltbommel/Países Bajos, 1973.

jueves, agosto 14, 2014

Un recorrido recomendable por los sitios de la Gran Guerra en Flandes


Es otra forma de hacer turismo, muy distinto a estar sentado bajo una sombrilla en una playa, o estar en una tumbona sobre la cubierta de un crucero, pero muy instructivo para darse cuenta de que las guerras no conducen a otra cosa que a desastres humanos, culturales y materiales. O para concienciarnos de que es importante en este mundo conseguir o mantener  la paz por todos los medios, salvo con las armas, sí con la palabra y la buena voluntad de todos. Para que no pensemos que la guerra es solo una cuestión de los ejércitos y de líderes nefastos, pero también de los civiles.  Muchísimos ciudadanos alemanes eran seguidores ciegos de Hitler y entusiastas oyentes de sus encandilantes discursos. Mejor habrían escuchado a Gandhi quien dijo “Hay que luchar contra el gobierno, pero no debemos usar armas”, predicando la desobediencia y la protesta pacíficas, “Nos meterán en la prisión pero no pueden meter a todo el pueblo en la prisión.”

En la Gran Guerra de 1914-1918, cuyo inicio se conmemora este año, Flandes ha sido el país de “tránsito” de las tropas alemanas para intentar invadir Francia. En particular fue en la provincia de Flandes Occidental que linda a Francia, el llamado “Westhoek” (“Rincón del Oeste”). Fue un tránsito de horror que costó muchas vidas de soldados de ambos lados, y de civiles, en este caso solo de un lado: de los ciudadanos del país transitado. Desde 2011 se está confeccionando una lista de todos militares y civiles que murieron. Se estima que cuando finalice la lista (lo cual estaba previsto para la primavera de 2014), contendrá finalmente unos 600.000 nombres de muertos en Bélgica, que hasta ahora solo estaban mencionados  en memoriales, monumentos y cementerios de numerosas localidades.
El músico Ken Nicol, fascinado con la Gran Guerra se fue en diciembre de 2008 a Ypres, y le pareció interesante confeccionar este espléndido video ambientado por una música escrita por él mismo.


En la revista “Flanders Today”, Alan Hope ha escrito un artículo “The 10 First World War sites you should see first” (“Los 10 primeros Sitios de la Guerra Mundial que deberías visitar primero”). El autor pretende con ello confeccionar una guía para los sitios donde la mayor destrucción ha tenido lugar, así como los cementerios y los monumentos más importantes en Flandes. Ha elegido los diez más importantes entre los muchos que hay en diversas localidades, empezando con el más importante: la ciudad de Ypres (Ieper en flamenco), la “Ciudad de la Paz”.

Pero antes de viajar y de hacer el recorrido es muy recomendable visitar la Oficina de Turismo de Ypres, primero en internet y luego “in situ”, donde nos enviarán en primer lugar al In Flanders Fields Museum, en el monumental edificio Lakenhalle (*) en la Gran Plaza.

Para los aficionados a la bicicleta hay recorridos diseñados con guía de 25km, 30km, y 45km. Este último “la Ruta de la Paz” que pasa por muchos sitios conmemorativos hasta la frontera con Francia. Para los que prefieren pasear también hay previstas varias rutas. Estos cementerios, monumentos y memoriales tienen el lado positivo de mantener viva la memoria y que sus muertos estén dignamente enterrados con nombres y apellidos. No como lo que ha ocurrido con algunas guerras donde los muertos han sido tirados en fosas comunes, como basura que se tira a un vertedero…

El recorrido sirve para despertar la memoria y la conciencia humanitaria pero no debe llevar al pesimismo. Cuando hay sed de tanto paseo pueden visitar una cervecera o una bodega de vino de un viticultor (¡en estas latitudes de Europa!)

En este blog hay un par de posts anteriores, uno conmemorando el inicio de la Gran Guerra, y otro el final.

(*) Edificio medieval de comercio y de almacenamiento de telas de lana.
Ser, Saber, Sentir