Era único, Iñaki Azkuna, muerto en esta Tierra pero
vivo en el seno del Padre, como lo aseguró el Obispo Mario Iceta. Batió un
record póstumo digno del Guinness, porque el día siguiente de su muerte, el viernes 21 de marzo de 2014, ocupó
la mitad de las 128 páginas del periódico El Correo, y otras 26 páginas de la
edición de hoy sábado. Un record para un alcalde y para un periódico. Páginas
llenas de anécdotas, testimonios, elogios y reconocimientos de gente de mucha índole, hasta de sus adversarios
políticos. Con numerosos adjetivos como “carismático”, “querido”, “inteligente”,
“irrepetible”, “independiente”, “comprometido”, y no sé cuantos más. Un tipo
raro entre esa multitud de políticos mediocres de hoy. Era médico, pero saneó
muchas cosas que no eran enfermedades del cuerpo humano. También los médicos después
de salvar vidas mueren algún día.
Era
un político sin politiqueos. Ejercía la política exactamente como la definen en
el Wikipedia:
“La política (del
latín politicus y esta del
griego antiguo πολιτικός 'civil, relativo al ordenamiento de la ciudad o los
asuntos del ciudadano') es una rama de la moral que se ocupa de la actividad,
en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por hombres libres, resuelve
los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado
al bien común.”
Su
parcela del “bien común” era Bilbao y sus ciudadanos. Incluidos los ciudadanos
que han venido de fuera o los que viven en la periferia, en el llamado “Bilbao
Metropolitano”. Porque la gente de Bilbao sabe que para ser “de Bilbao” no hay
que haber nacido aquí. Porque los de Bilbao dicen que “los bilbaínos nacen
donde quieren”. Lo sé por tener yo mismo esta experiencia. Además Iñaki Azkuna
tampoco nació en Bilbao. Nació en Durango en 1943, en tiempos de la II Guerra
Mundial, pero su guerra ha sido contra el cáncer, y finalmente la perdió pero
luchando con más valor que un soldado hasta el final.
Era
amigo de la cultura. Tenía carnet de Amigo del Museo Guggenheim, del Museo de
Bellas Artes y del Teatro Arriaga. Y además socio de la ABAO, la Asociación Bilbaína
de Amigos de la Ópera. También estaba con las entidades sin fin de lucro. Su
ayuntamiento prestó una lonja a SECOT Bizkaia en Sarriko y una planta entera de
un edificio en el Campo Volantín a la Fundación Novia Salcedo, cuyo fundador y
presidente de honor Txomin Bereciartua, otro bilbaíno "que deja huella", como lo
decía el periódico Deia.
El presidente actual de la fundación, Luis Cañada, ha dedicado estos versos a Iñaki Azkuna
en Bilbao
24 Horas:
Alkate Jauna
¿Qué es el hombre, qué es la vida del
hombre?, un día ya lejano me preguntaba
Ojos que ven para guiar
Oídos que escuchan para dialogar
Labios que hablan para aprender y enseñar
Manos que tocan para sanar y abrazar
Emociones prontas para emocionar
Pensamientos cimentadores de la sociedad
En ese día escribí.
Oídos que escuchan para dialogar
Labios que hablan para aprender y enseñar
Manos que tocan para sanar y abrazar
Emociones prontas para emocionar
Pensamientos cimentadores de la sociedad
En ese día escribí.
Alkate Jauna
tus ojos guían,
tus oídos dialogan,
tus labios enseñan,
tus manos sanan y abrazan,
tus emociones emocionan
tus pensamientos nos han regalado Bilbao
Todo tú eres una síntesis de emoción y talento, tú eres emotalento.
tus oídos dialogan,
tus labios enseñan,
tus manos sanan y abrazan,
tus emociones emocionan
tus pensamientos nos han regalado Bilbao
Todo tú eres una síntesis de emoción y talento, tú eres emotalento.
Iñaki
Azkuna, continuando y rematando lo que habían iniciado sus predecesores, ha
conseguido un Bilbao nuevo pero
guardando el alma de siempre, un Bilbao resurgido.
Como
el mitológico fénix que resurge de sus cenizas. El fénix que también es el
símbolo de la basílica de la abadía norbertina de Grimbergen, cerca de
Bruselas, que desde el Medievo había sido destruida hasta tres veces, pero cada
vez fue reconstruida. El fénix que también figura en las botellas de la
excelente cerveza hecha con la fórmula y bajo licencia de los monjes de esta
abadía. Quién sabe si Iñaki Azkuna pueda saborear una sabrosa Grimbergen en la casa del Padre.
La
foto al principio está sacada de su página en Facebook,
donde se puede leer mucho más sobre el “mejor alcalde del mundo”.
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