El
próximo jueves 26 de junio el Consejo
Europeo visitará Ypres, “Ciudad de la Paz”, para conmemorar el centenario
del comienzo de la Iª Guerra Mundial 1914-1918, llamada la ‘Gran Guerra’, antes
de tener su reunión habitual el día siguiente en Bruselas.
Aunque,
según dicen los historiadores, el conflicto ya venía preparándose desde antes
por los líderes políticos alemanes, la chispa que lo provocó el 28 de junio de
1914 fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono
austro-húngaro, de manos del joven nacionalista serbio Gavrilo Princip. Los
deseos de venganza del imperio Austria-Hungría contra el Reino de Serbia, animados
por Alemania, obligaron a una serie de alianzas europeas a entrar en la guerra.
Y como varios de estos países europeos encabezaban imperios en varios
continentes, el conflicto tuvo un alcance mundial.
La
visita del Consejo Europeo a Ypres me lleva a escribir esta corta memoria
parcial, sobre algunas cosas que ocurrieron entonces en mi Bélgica natal.
Ypres,
el lugar del próximo encuentro de los jefes de estado europeos, es una ciudad
en la provincia de Flandes Occidental, que resistió a tres asaltos del ejército
alemán durante toda la guerra pero en el cuarto fue destruida totalmente, poco
tiempo antes de la derrota alemana en 1918.
Fue
reconstruida completamente durante cuarenta años con dinero alemán como
compensación por el daño causado.
Su renovado museo Flanders Fields Museum confronta al visitante con las consecuencias de la Gran Guerra, con la vida y la muerte en el frente de la ciudad y su entorno.
Laken Halle
Su renovado museo Flanders Fields Museum confronta al visitante con las consecuencias de la Gran Guerra, con la vida y la muerte en el frente de la ciudad y su entorno.
En
la misma región de Flandes otra ciudad, Diksmuide, fue atacada durante mucho
tiempo por las tropas alemanas hasta que se tomó una medida drástica para
cortar su avance hacia la costa belga. Fue una actuación en la que mi tio
abuelo Benoit Ballon, sargento del ejército belga, tuvo una participación
activa.
El
29 de octubre de 1914 se tomó la decisión de abrir las esclusas del sistema de
regulación fluvial de la cercana ciudad de Nieuwpoort, aunque el conjunto de
esclusas estaba situado en un lugar peligroso. Lo consiguió sin ser
descubiertos un grupo de soldados belgas del cuerpo de ingenieros pontoneros,
entre ellos mi tío abuelo, guiados por el patrón de barco fluvial Hendrik
Geeraert. Cuatro horas más tarde, con la marea baja se cerraron de nuevo, para
de nuevo abrirlas con la marea alta.
Con
esta operación se inundaba el “polder” (terreno bajo el nivel del mar) con
cerca de 700.000 m3 de agua entre el rio Yser y el talud del ferrocarril a una
distancia de unos dos kilómetros. Con la subida del agua los alemanes tuvieron
que abandonar sus posiciones en este lugar, así como mucho material, incluidas
piezas de su artillería. Para subir y mantener el nivel del agua, se repitió
esta operación durante los 4 años que duró la guerra.
Google map de Nieuwpoort con el sistema de esclusas:
La
acción heroica se conmemora con un tríptico de bronce fijado en una de las
paredes de las ruinas de la Torre de San Lorenzo de Nieuwpoort en el que queda
escrito (en francés y en neerlandés): “Las
maniobras de la inundación del Yser tuvieron lugar en Nieuwpoort de forma
contínua del 21 de octubre de 1914 hasta el 2 de septiembre de 1915 por la
Ingeniería belga operando bajo el nombre ‘servicio de las inundaciones’ con la
participación de los capitanes Thys R. y Umé F., del teniente Dumont, del
sargento Ballon, de los soldados Cop y Van Belle, de los chóferes Havenith
Fulgoni y Lequarré, y de Henri Geeraert.”
La
‘Gran Guerra’ costó la vida a más de 8 millones de militares y civiles, y dejó
a unos 6 millones discapacitados. No sirvió de lección para evitar la segunda
guerra que empezó tan solo 22 años después de terminarse la primera. Ya no
quedan ex combatientes para contarla desde su principio, pero tengo una
Enciclopedia Británica del año 1974, escrita 60 años después del inicio de esa
guerra a la que dedica más de 70 páginas, con las causas, hechos y
consecuencias, y unas cuantas fotos. No me
imagino que un libro electrónico podría informarme mejor...
Interesante relato de las hazañas del grupo de belgas, con tu tío abuelo, en la guerra contra los alemanes.
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