Leí en la “libreta” virtual del Ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, esta nota del pasado 9 de mayo:
"Este año se cumplen 60 años de la creación del Estado de Israel, momento en el que una de las diásporas más antigua de la historia encontró su lugar en el mundo. A lo largo de este corto periodo de tiempo, el nuevo Estado acogió gentes procedentes de todos los rincones del mundo, albergando ciudadanos de más de cien nacionalidades en su pequeño territorio, lo que ha dado lugar a una sociedad fascinante por la diversidad de sus orígenes y rasgos culturales. Un Estado con un fuerte anhelo: encontrar su sitio en el entorno del Medio Oriente.
Quiero pensar en una trayectoria de dos pueblos, el israelí y el palestino, distinta a la que hemos conocido. Imaginemos que la historia hubiera sido benévola y que hoy pudiésemos encontrar dos pueblos viviendo en paz y armonía uno junto al otro enriqueciéndose mutuamente por la simbiosis de las ricas culturas que ambos representan."
Quiero pensar en una trayectoria de dos pueblos, el israelí y el palestino, distinta a la que hemos conocido. Imaginemos que la historia hubiera sido benévola y que hoy pudiésemos encontrar dos pueblos viviendo en paz y armonía uno junto al otro enriqueciéndose mutuamente por la simbiosis de las ricas culturas que ambos representan."
La historia no ha sido benévola, pero la historia no tiene la culpa. La realidad de hoy es consecuencia de fallos políticos, falta de voluntad política, incomprensión, intolerancia y radicalismo religioso.
Israel declaró su independencia el 14 de mayo de 1948. Hoy la mayoría de los habitantes son judíos (76%) pero hay un 20% de árabes. Hoy el 65% de los israelíes han nacido en este país. Es de los pocos estados democráticos que no tienen una Constitución. Lo que sigue en vigor es la Declaración de la Independencia de Israel. Al final de la guerra entre los judíos y los árabes en 1948, por no estar de acuerdo sobre la partición de Palestina, votada en las Naciones Unidas en 1947, los judíos ya ocuparon un 22% más del territorio que les había sido adjudicado.
La historia hasta hoy ha sido penosa, pero por fin parece existir una voluntad real de llegar a un acuerdo, aunque algunos intentos fracasaron ya en los años 90. En 1995 el Primer Ministro, Isaac Rabin fue asesinado. En 1994 había recibido el Premio Nobel de la Paz junto con Shimon Peres y Yasser Arafat.
Al final de la Conferencia de Annapolis, en EEUU, el 27 de noviembre de 2007, que tenía como objetivo acordar el principio de nuevas negociaciones para establecer dos Estados, el Judío y el Palestino, el Presidente Bush, acompañado por Ehud Olmert (a la izda. en la foto) y Mahmoud Abbas (a la derecha), leyó una declaración conjunta. Entre otras cosas dice:
"Expresamos nuestra determinación de poner fin al derramamiento de sangre, sufrimiento y décadas de conflicto entre nuestros pueblos; dar paso a una nueva era de paz, basado en la libertad, la seguridad, la justicia, la dignidad, el respeto y el reconocimiento mutuo; para propagar una cultura de paz y la no-violencia; para hacer frente al terrorismo y la incitación, ya sean cometidos por palestinos o israelíes. En cumplimiento de la meta de dos Estados, Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad, estamos de acuerdo en iniciar de inmediato de buena fe las negociaciones bilaterales a fin de concluir un tratado de paz, resolver todas las cuestiones pendientes, incluidas todas las cuestiones fundamentales sin excepción, tal como se especifica en los acuerdos anteriores. Estamos de acuerdo en participar en vigorosas, constantes y continuas negociaciones, y haremos todo lo posible para concluir un acuerdo antes de finales de 2008. Con este fin, un comité directivo, encabezado conjuntamente por el jefe de la delegación de cada una de las partes, se reunirá continuamente, tal como se acordó. El comité directivo, que estará encabezada por un representante de cada una de las partes, elaborará un plan de trabajo conjunto y establecerá y supervisará el trabajo de los equipos de negociación para resolver todos los problemas."
"Expresamos nuestra determinación de poner fin al derramamiento de sangre, sufrimiento y décadas de conflicto entre nuestros pueblos; dar paso a una nueva era de paz, basado en la libertad, la seguridad, la justicia, la dignidad, el respeto y el reconocimiento mutuo; para propagar una cultura de paz y la no-violencia; para hacer frente al terrorismo y la incitación, ya sean cometidos por palestinos o israelíes. En cumplimiento de la meta de dos Estados, Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad, estamos de acuerdo en iniciar de inmediato de buena fe las negociaciones bilaterales a fin de concluir un tratado de paz, resolver todas las cuestiones pendientes, incluidas todas las cuestiones fundamentales sin excepción, tal como se especifica en los acuerdos anteriores. Estamos de acuerdo en participar en vigorosas, constantes y continuas negociaciones, y haremos todo lo posible para concluir un acuerdo antes de finales de 2008. Con este fin, un comité directivo, encabezado conjuntamente por el jefe de la delegación de cada una de las partes, se reunirá continuamente, tal como se acordó. El comité directivo, que estará encabezada por un representante de cada una de las partes, elaborará un plan de trabajo conjunto y establecerá y supervisará el trabajo de los equipos de negociación para resolver todos los problemas."
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