Cuando en la sociedad ocurre un problema de difícil solución o acuerdo, el último recurso suele ser la justicia, con la idea de que la ley puede regir la sociedad de forma eficaz y responsable. Sin embargo los propios juristas se enfrentan cada vez más con el hecho que el derecho tiene sus límites y están muchas veces confrontados con inconsistencias internas de la ley, por lo que muchos juristas expertos ya no comparten una confianza sin límites en la potencialidad de la ley para gobernar a la sociedad de forma eficiente y responsable. Por mucho que se quiera regular, siempre se quedan cortas las leyes, porque no evolucionan a la misma velocidad que la sociedad. “La ley no puede regularlo todo”, dice Erik Claes, Doctor en Derecho y colaborador con la Facultad de Derecho de la Universidad KU Leuven y coautor del libro “Facing the Limits of the Law” (*) en una entrevista con el periodista Ludo Meyvis en Campuskrant, el periódico de la universidad. En el libro, los autores, expertos en la materia, dan los resultados sobre su estudio de esta problemática y presentan una serie de estrategias para gestionar justificadamente los límites de la ley, por ejemplo desdramatizándolos, mediante el refinamiento (“constructivismo”), encontrando un equilibrio correcto entre diferentes funciones de la ley, o buscando complementariedad entre la ley y otras prácticas sociales.
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