sábado, junio 19, 2010

¿Qué es ser belga hoy?

En la página web del periódico francófono belga, La Libre Belgique, hay desde hace unos días abierto un foro-debate en el que los lectores responden a la pregunta Qu'est-ce qu'être belge aujourd'hui ? Lo introduce así:

Las elecciones anticipadas del 13 de Junio demuestran la fragilidad de los gobiernos y de las instituciones belgas. ¿Existe todavía la identidad belga y, en caso afirmativo, qué representa para la población. Comparten sus pareceres y opiniones en el foro de “la libre”. Aprovechen su derecho a la palabra.


Hay una multitud de respuestas para todos los gustos y con disparidad de opiniones de francófonos y también de algunos flamencos, la mayoría residentes en Bélgica, pero también de algunos belgas residentes en el extranjero. A continuación una pequeña muestra.



La bandera belga


Ser belga no quiere decir nada. Bélgica no es un país. Un país es un territorio común, una lengua común y un proyecto común. Bélgica no tiene nada de esto. (Con este razonamiento tampoco serían países Canadá, Suiza…)


Ser belga es no ser francés, no ser holandés, no ser alemán. Es ser epicúreo, es ser surrealista…


Estaría orgulloso de ser un francés, mejor que un ciudadano de segunda clase en un pequeño país dirigido por fachas. A lo que otro responde: Pero no perdemos de vista que convirtiéndose en un francés, Ud. será un ciudadano de segunda clase dirigido por un facha…


Ser belga es amar a su país, Bélgica, y hacer todo para que se quede unido (un lector de 81 años).


Es más que nunca ser respetuoso el uno con el otro: el flamenco con el francófono y el francófono con el flamenco y de buscar y querer una solución que tiene en cuenta que la libertad de unos se acaba donde empieza la libertad del otro y viceversa.


El León de Flandes


No vivo en Bélgica desde 1999 y encuentro que el país, del que todavía estoy orgulloso, se ha vuelto totalmente loco. Desde mi infancia he vivido en Flandes pero iba a una escuela en Valonia y por lo tanto hablo, escribo y leo en francés y en flamenco. Encuentro que las actitudes actuales son en general totalmente tontas. Hablen Uds. por lo menos sus dos lenguas oficiales y acaben con estos debates ridículos. La vida es corta y bastante problemas hay ya sin esto. ¡¿Es tan difícil?!


Un belga que vive en el extranjero escribe: Si todos los “pequeños” valones hicieran un pequeño esfuerzo en la escuela (para aprender el flamenco) y que los “pequeños” flamencos tomaran el francés como segunda lengua en lugar del inglés, acabaríamos con estos debates estúpidos.



La bandera de la Región de Bruselas


Un catalán diciendo conocer a Bélgica, exagerando un poco: los flamencos (los jóvenes menos) hablan francés; no he encontrado a ningún francófono hablando neerlandés.




El Gallo de Valonia


La actitud de rechazo de los francófonos con respecto a una lengua digna de respeto, tanto como el francés, es inaceptable simplemente desde un punto de vista de justicia. Se trata de la lengua de nuestros conciudadanos. Es una mala fe evidente.


La Comunidad Lingüística Alemana (incluida en la región valona)


El asunto lingüístico es un tema importante, ya que ha tenido y sigue teniendo un efecto sobre otros aspectos socio-económicos. Ha dificultado la comunicación y ha creado un distanciamiento de las comunidades, con el resultado de que cada región ha ido viviendo cada vez más por su lado. El desprecio de francófonos por el neerlandés (la lengua de los flamencos) o de flamencos por el francés no tiene ningún sentido ni justificación. Es una estupidez. El francés es una lengua global, junto con el inglés y el español, pero en Bélgica el francés es minoritario (el 40%). El neerlandés no es una lengua mundial, pero lo hablan más de veinte millones de europeos y la mayoría (el 60%) de los belgas.


Flamencos y francófonos tienen también gustos comunes: entre otros, los chocolates, las excelentes cervezas de abadía, los mejillones con patatas fritas… Y el “manneken pis” que, a pesar de su nombre flamenco, es de todos. Es que traducirlo a otra lengua pierde gracia.



El escudo de Bélgica tiene como lema La Unión hace la Fuerza


Las últimas noticias demuestran que los problemas políticos se irán resolviendo a la mesa de las negociaciones. Negociar es ceder cada uno un poco, entender y comprender el otro al otro un poco. El belga es pacífico. No le gusta la violencia. Desde sus principios (en 2010 el país cumple 180 años), ha sido siempre un país democrático sin interrupción. Con listas abiertas donde los ciudadanos pueden elegir a las personas, y no solo a partidos políticos. Donde no hay un bipartidismo y donde no se puede gobernar sin alianzas. Donde votar es obligatorio, por decisión democrática, porque los belgas consideran que votar no es solo un derecho, es también un deber si se pretende ser demócrata. Porque el que se abstiene, se desentiende de la política y de la democracia. Democracia es el gobierno para y por el pueblo, por todo el pueblo.

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