domingo, septiembre 12, 2010

Relámpago Kim Clijsters, o el triunfo de una joven madre en Nueva York

“Una final expeditiva”, titula Le Monde. La tarde del sábado 11 de septiembre, Kim Clijsters barrió de la pista de Flushing Meadows de Nueva York a Vera Zvonareva en dos sets con el resultado contundente de 6-2 6-1. Solo dejó tres juegos para la rusa, un año más joven que Kim. 59 Minutos hasta levantar los brazos al cielo, un tiempo record desde que en 1980 se empezó a medirlo oficialmente. Es su tercer título en el Abierto de Estados Unidos y a pesar de ello se emocionó como si fuera el primero. No era para menos. Durante dos años, en 2007 y 2008, había dejado el tenis de competición para crear una familia. Ha vuelto a la cumbre en un tiempo record ocupando ya el segundo puesto en el ranking mundial. Nada más terminar el partido subió corriendo por las gradas para dar un beso a su marido, en el puro estilo Iker Casillas con Sara Carbonero pero al revés, y bajó de nuevo a la pista donde le acompañó su pequeña Jada, que ya tiene dos años y medio, sosteniéndola en un brazo y en el otro la copa que la pequeña, un poco impresionada, no se atrevía tocar. Kim no pudo compartir, como en ocasiones anteriores, su alegría con su padre, el ex futbolista de los Diablos Rojos Leo Clijsters, que había muerto de un cáncer de pulmón en enero del año pasado.


En los primeros años de su carrera profesional Kim consiguió muchos triunfos pero ningún Grand Slam. Hasta que ganó su primer título en Nueva York, muchos decían que le faltaba el temperamento para ganar un torneo de este calibre. Cuenta Karen Crouse en el New York Times que en esta época “la gente interpretaba su amabilidad innata como una falta de hambre de campeona o de un instinto de matadora”. No es de extrañar que la mayoría de sus adversarias sobre la pista son sus amigas fuera de la misma. Cuando Kim cogió el micrófono, tuvo palabras consoladoras para Zvonareva: “Yo he necesitado seis o siete finales antes de poder ganar un Gran Slam, así que comprendo lo que está sintiendo Vera en este momento, pero tiene que seguir jugando.” Agradecida, Zvonareva dijo a su vez: “Kim es una gran campeona pero también una gran persona. Porque me ha dicho esto, quizás no me sienta tan decepcionada ahora mismo”.

Otros aspectos humanos de Kim Clijsters.

Por el micrófono recordó los dramáticos sucesos en Nueva York de otro 11 de septiembre: “Hace nueve años el mundo cambió. Es para mí un honor de haber jugado para ustedes hoy aquí y de intentar ofrecerles algo de distracción”

Desde el año 2004 Kim es madrina del proyecto de desarrollo Buba & Batma que dirige Hetty Schiltmans, una mujer que ha vivido en Bree, la ciudad de Kim, y que se fue a la India cuando se murieron sus padres y, asombrada por la situación de los pobres niños callejeros, se quedó allí para darles un hogar. (En la foto están juntas en un evento en Bree en el año 2006)

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