sábado, octubre 09, 2010

Oda a la anticultura

Este sábado 9 de octubre veo que el suplemento “popular” de mi periódico dedica su portada y tres páginas más a un personaje que los medios han elegido primero como “princesa del pueblo” y después como “diputada”, sin urnas naturalmente. Tiene más “audiencia” que todos los Premios Nobel 2010 juntos, aquí, en España. Ni hace falta decir su nombre, en España todo el mundo la conoce. En innovación “popular” España no está en el “furgón de cola”, un término que se oye con cierta frecuencia últimamente.

El título del reportaje es una pregunta: ¿Por qué fascina la princesa del pueblo? ¿Por ser “la princesa de la gente descastada”, según dice el autor de un ensayo sobre ella? ¿O, como dice un sociólogo en el artículo, que es “la maruja media de este país”? ¿O, como cuenta de ella en otro sitio un paparazzi, que abandonó su plató de televisión, que es “maleducada, déspota y consentida”…”una mosca cojonera que no admite ningún tipo de crítica”?

La “enciclopedia” de internet (no hace falta citar el nombre), en versión española, le dedica un artículo larguísimo con un montón de referencias y la define como “una presentadora y colaboradora de varios programas de televisión y un personaje mediático de España.” ¡Toda una referencia al oficio de presentadora de televisión! El artículo había sido borrado varias veces por su “irrelevancia”, pero resucitó. Originó una polémica en la comunidad de usuarios de la “enciclopedia”. Todo en torno a lo que significa ser un personaje “relevante”, un concepto que varía según la opinión de cada uno. Mientras la Real Academia define “relevante” como “sobresaliente, destacado, importante, significativo”, un defensor del artículo dice que “la relevancia de un tema la establece la cobertura del mismo por parte de fuentes fiables”. Los que estaban a favor de borrarlo usaban con buen criterio como argumento de que el fenómeno mediático era relevante, pero no el personaje. Ha ganado el populismo, no la razón. Algunos de sus defensores dicen que tiene fama internacional y por eso alguno ha conseguido escribir sobre ella cuatro líneas en la versión inglesa de la “enciclopedia”, lo suficiente para decir que es una “personalidad” televisiva y una “colega” de una presentadora de televisión muy conocida y respetada en España. Contrariamente a la versión española, la versión inglesa no tiene página de discusión del artículo. No ha sido creada. A los ingleses no parece interesarles mucho el asunto.

Hace unos días apareció su foto al lado de una princesa, esposa del príncipe heredero de la Corona de España. Naturalmente era un fotomontaje. Era para enseñar que vestían el mismo vestido. No me acuerdo si hablaba el texto sobre quién había imitado a quién. Tampoco es necesario decirlo. La princesa “real” no ha comentado el asunto. Un silencio sabio.

¿Veremos algún día una tertulia televisiva moderada por nuestro personaje con los Premios Nobel?

España clama ¡Sálvame!

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