viernes, mayo 20, 2011

El Pueblo se rebela…

El Preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos empieza con “We the People”.

 Nosotros el Pueblo de los Estados Unidos, con el Fin de formar una Unión más perfecta, de establecer la Justicia, de asegurar la Tranquilidad doméstica, de proporcionar la Defensa común, de promover el Bienestar general y de garantizar las bendiciones  de la Libertad para nosotros y nuestra posteridad, decretamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América .”

Esta Constitución fue firmada el 17 de Septiembre de 1787.

El 15 de mayo 2011 las plazas de España se llenan de gentes convocadas por las redes sociales y piden lo mismo. Una democracia de “Nosotros el Pueblo”, o sea, una democracia real. Una democracia de abajo arriba y no de arriba abajo. Una democracia con raíces en el pueblo. Raíces que toman el agua de la tierra para que viva la planta y no se seque.


El sistema político de partidos empieza a hacer agua. Un sistema político en el que el ciudadano vota cada cuatro años a un partido con una lista de candidatos que debe tomar o dejar. Que ni siquiera puede votar al candidato que prefiere: vota a un partido, no a personas. Informado por folletos de partidos con bonitas promesas que no se cumplen o que luego no saben cómo cumplirlas. Folletos sin currículos de los candidatos, con su formación,  sus aptitudes, sus conocimientos y sus experiencias. Listas donde a veces los más competentes están en los últimos puestos, como ganchos, no para ser elegidos. Porque no son “líderes políticos” o no tienen “carisma político”.

En su manifiesto, el movimiento del 15 de Mayo ¡Democracia Real Ya! clama:

“Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean. Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos… Pero todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie. Esta situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una sociedad mejor. Por ello sostenemos firmemente lo siguiente:

o    Las prioridades de toda sociedad avanzada han de ser la igualdad, el progreso, la solidaridad, el libre acceso a la cultura, la sostenibilidad ecológica y el desarrollo, el bienestar y la felicidad de las personas.

o    Existen unos derechos básicos que deberían estar cubiertos en estas sociedades: derecho a la vivienda, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, a la participación política, al libre desarrollo personal, y derecho al consumo de los bienes necesarios para una vida sana y feliz.

o    El actual funcionamiento de nuestro sistema económico y gubernamental no atiende a estas prioridades y es un obstáculo para el progreso de la humanidad.

o    La democracia parte del pueblo (demos=pueblo; cracia=gobierno) así que el gobierno debe ser del pueblo. Sin embargo, en este país la mayor parte de la clase política ni siquiera nos escucha. Sus funciones deberían ser la de llevar nuestra voz a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante cauces directos y procurando el mayor beneficio para el grueso de la sociedad, no la de enriquecerse y medrar a nuestra costa, atendiendo tan sólo a los dictados de los grandes poderes económicos y aferrándose al poder a través de una dictadura partitocrática encabezada por las inamovibles siglas del PPSOE.

o    El ansia y acumulación de poder en unos pocos genera desigualdad, crispación e injusticia, lo cual conduce a la violencia, que rechazamos. El obsoleto y antinatural modelo económico vigente bloquea la maquinaria social en una espiral que se consume a sí misma enriqueciendo a unos pocos y sumiendo en la pobreza y la escasez al resto. Hasta el colapso.

o    La voluntad y fin del sistema es la acumulación de dinero, primándola por encima de la eficacia y el bienestar de la sociedad. Despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando desempleo y consumidores infelices.

o    Los ciudadanos formamos parte del engranaje de una máquina destinada a enriquecer a una minoría que no sabe ni de nuestras necesidades. Somos anónimos, pero sin nosotros nada de esto existiría, pues nosotros movemos el mundo.

o    Si como sociedad aprendemos a no fiar nuestro futuro a una abstracta rentabilidad económica que nunca redunda en beneficio de la mayoría, podremos eliminar los abusos y carencias que todos sufrimos.

o    Es necesaria una Revolución Ética. Hemos puesto el dinero por encima del Ser Humano y tenemos que ponerlo a nuestro servicio. Somos personas, no productos del mercado. No soy sólo lo que compro, por qué lo compro y a quién se lo compro.

 ¿No hay mucho en este manifiesto que está escrito en la Declaración de los Derechos Humanos de 1948?

¡Democracia Real Ya! hace una larga lista de propuestas que va a dar mucho trabajo, si es que se puede realizar. ¿Son utópicas? ¿Tendrá fuerza su palabra?

Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la UNESCO, tiene un blog “La Fuerza dela Palabra” en el que habla de este movimiento popular al que llama “La marea Virtual”.  Dice “…desde hace años hemos venido insistiendo en la importancia, para la consolidación de la democracia, de la participación ciudadana, de tal manera que, además de ser contados en los comicios electorales, en las urnas, seamos tenidos en cuenta por los gobernantes, ya que en esto consiste, precisamente, la genuina democracia: tener en cuenta constantemente a los ciudadanos y no sólo contarlos por los votos emitidos cada x años. Votar, votar, desde luego, para cumplir con un deber cívico esencial y procurar que los parlamentos y gobiernos reflejen fielmente la voluntad de los ciudadanos, sin imposiciones partidistas. Pero, sobre todo, ir construyendo la “nueva ciudadanía”, la que opina constantemente a través del ciberespacio, la que, por fin, puede expresarse sin cortapisas, abiertamente. Hacía años que se veía venir, pero todos los avisos han sido, como ocurre normalmente, desoídos. El impacto de la participación virtual hubiera debido alertar a los políticos y orientar a la sociedad civil, que vivía el amanecer del poder ciudadano. Demasiado preocupados por el acoso del mercado los primeros, y los segundos distraídos en demasía por el inmenso poder mediático, no se han dado cuenta del nuevo mundo virtual en el que nos hallamos hasta que la marea llega a sus puertas.”

En este mismo blog escribí hace casi cinco años, el 15 de Octubre de 2006, un post con el título: “Democracia, ¿Dónde estás?” No lo voy a repetir. Se puede leer aquí.
Estela griega que representa a Demos coronado por la Democracia
Por fin está despertando la democracia, que viene del griego y significa “poder del pueblo”. Pero esto requerirá responsabilidad, no demagogia. Necesitará orden, no caos. Y liderazgo, del bueno.

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Ser, Saber, Sentir