“Caminante, no hay camino, al andar se hace camino”, escribió Antonio Machado. Y como decía Robert Plötz, presidente de la Sociedad Alemana de Estudios Compostelanos: “Para el peregrino de nuestros días, el sentido del peregrinaje está en el Camino y no en su final”.
En los varios libros de Francisco Relloso (“Paco” para los amigos) sobre el Camino de Santiago, el lector acompaña al escritor en su andadura, orientada por la simbólica concha de vieira. Así es también en su último libro: “CAMINO DE SANTIAGO, Camino Francés”, que acaba de ser editado por Mensajero. Sus libros anteriores relataban los Caminos del Norte, el Aragonés, el Portugués, el de la Vía de la Plata, el Primitivo y parte del Podiense o de Le Puy. Seguimos a Paco paso a paso porque va tomando notas durante las etapas del Camino y las tardes o noches cuando ya descansa las pone en orden en su diario. Tomando una cerveza, como se puede ver en la foto.
Francisco Relloso es un caminante experto bien preparado. Hay que estar en muy buena forma física para andar durante 31 días seguidos, a un promedio de 24kms al día, para cubrir la distancia de 750 Km entre St. Jean Pied de Port y Santiago de Compostela, pasando por Pamplona, Logroño, Burgos, y León. La preparación se hace días antes. En la pasada primavera me encontré con Paco en el barrio getxotarra de Arrigunaga, cuando se entrenaba por el camino que bordea la costa de Bizkaia, por encima de los acantilados, con subidas y bajadas, como preparación para el Camino Francés, que ha hecho el pasado mes de mayo. En el libro da “consejos y reflexiones útiles”, basados en su propia experiencia, sobre cómo hay que prepararse, como hay que cuidarse físicamente, y algunas técnicas para poder mantener sin percances el ritmo día a día. Obviamente esta preparación es algo más leve que la que hace Julen Urdaibai, este joven atleta de Bermeo que se está preparando durante cinco meses para participar en una maratón de 222 kilómetros en seis etapas llenas de obstáculos por la jungla del Amazonas.
Descanso en los albergues al final de las etapas
No hay que ser un “profesional” para hacer el Camino. “Hacer el Camino está al alcance de cualquier persona normal, de toda edad y condición”, escribe el autor. Pero advierte que “luego cada uno debe conocer sus limitaciones y andar con la cabeza, estableciendo sus ritmos y tiempos, equiparse adecuadamente y realizar una preparación o entrenamiento previo a acometer esta empresa. Si hay tiempo se puede hacer completo y sino hacer una parte cada año, según nos lo permita nuestro tiempo libre.” Y, como dice Paco, el libro “también va dedicado a la persona que no quiera o no pueda hacer este Camino Francés, para que lo conozca y disfrute a través de los ojos y pies de este caminante peregrino y ¡quién sabe!, quizás después de leerlo se anime a hacerlo.”
Y no solo eso. Aparte de ser un relato del Camino, es una buena guía turística para los que no piensan hacer nunca el camino y prefieren hacer excursiones de fin de semana a estos lugares, ciudades y puebles, con sus catedrales, iglesias y ermitas, esculturas y cruceros, posadas, mesones y tabernas, etc., etc., por donde han pasado o descansado los peregrinos caminantes desde hace siglos. Por calles, puentes, y senderos, de piedra y de tierra. Porque el libro está lleno de fotos.
Y también para disfrutar de la naturaleza, los montes y las llanuras, bosques y praderías. “El libro está dirigido a los amantes de la naturaleza, el arte y la cultura”, nos dice el autor, “y con carácter específico a los aficionados al senderismo”. Sin riesgo de perderse, porque el Camino está bien señalizado. En el libro hay 25 páginas llenas de fotos de las señalizaciones del Camino, de todo tipo, algunas muy curiosas, otras verdaderas obras de arte. Nada que ver con las austeras señalizaciones de tráfico. En la última parte del libro hay también reproducciones de dibujos y óleos. Es la faceta artística de Francisco Relloso.
En el Camino Paco Relloso ha hecho amigos de diferentes continentes y países, de Méjico, Korea, Sudáfrica, Francia, Alemania, Holanda, etc., y de distintas regiones de España. Unas cuantas fotos del libro lo atestiguan. Dice Paco: “Hay una reflexión sobre el Camino que quiero hacer y es importante desde mi punto de vista: En el Camino no hay diferencias, todos somos iguales, no hay apellidos, solo nombres, nos tuteamos, no hay edad, no hay rangos, no hay graduación ni niveles jerárquicos, hay un sentido de la amistad y de la solidaridad increíbles, en fin, que todos somos peregrinos, nada más y nada menos.” Por eso también el Camino de Santiago, según cita Paco Relloso, fue declarado Primer Itinerario Cultural Europeo en 1987, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1993, y en 2004 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su condición de “lugar de peregrinación y encuentro entre personas y pueblos que, a través de los siglos, se ha convertido en símbolo de fraternidad y vertebrador de una conciencia europea.” ¡Ojalá el espíritu del Camino pueda contagiar la sociedad!
Haciendo amistad con un peregrino sudafricano y otro alemán
Aquí en Bilbao y alrededores, Paco Relloso tiene dos amigos que han colaborado con la elaboración de su libro. Javier Caballero, que con arte y destreza técnica ha confeccionado gráficos ilustrados de los perfiles de cada etapa, y Gonzalo Martínez de la Hidalga, que ha escrito el Prólogo. Paco, Javier, Gonzalo y el que escribe este post hemos sido compañeros de trabajo y a los que une una amistad que según dice Gonzalo en su Prólogo “se remonta a mediados del año 1973, cuando (Paco) se incorporó a la plantilla de la Refinería de Petronor a la que yo pertenecía ya, donde durante varios años formamos parte del mismo equipo de trabajo.” Lo de trabajar en equipo no es un invento de ahora…
Paco Relloso ha dedicado este libro a la memoria de sus padres, y a su esposa e hijos “para que con la lectura de este libro, suplan mi ausencia de aquellos días.” Yo agradezco a Paco la dedicatoria que me escribió en el ejemplar del libro que me regaló, y que me comentó acompañado por Javier Caballero, tomando juntos una cerveza refrescante en la terraza de una cafetería, una tarde de este principio de otoño caluroso en Getxo.
Misión cumplida: la "compostela" de Francisco Relloso
El libro ya está disponible online en la editorial Mensajero al precio muy asequible de 15 €, así como en muchas librerías.
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