“Sanear”
en términos económicos significa en general “despedir”. Entre Bélgica (Genk) y el Reino Unido (Southampton
y Dagenham) el “remedio” ha sido 6000 trabajadores de la empresa a la calle
(sin contar los trabajadores de las empresas auxiliares, suministradoras de la
Ford, que suman otros 4000). “Sanear” solo tiene valor para los no despedidos,
y en particular para los altos dirigentes, que reciben una recompensa por “sanear”,
pero los despedidos no han sido saneados, todo lo contrario. Si añadimos mujer
e hijos pueden sumar fácilmente 40.000, víctimas del saneamiento.
(Las
imágenes: algunos de los “logos” que han aparecido en internet por la ocasión. He
elegido solo los más decentes)
“Sanear”,
significa según la RAE “Liberar de dificultades económicas una empresa”. No
puede ser más expresivo: “de una empresa”. No de sus trabajadores, que no son
la empresa, por mucho que se acostumbra decir por todas las direcciones del
viento que el capital más importante de una empresa son las personas. Está
clarísimo que “sanear” o “saneamiento” no tiene nada que ver con “sanidad” o “salud”.
Aunque suele hablarse también de la “salud” de una empresa. Y de ninguna forma “saneamiento”
tiene que ver con la santidad.
Stephen
Odell tiene un fenomenal currículo como “saneador” (a no confundir con “sanador”).
Saneó anteriormente la Ford, vendiendo
la Volvo y Mazda Motor, filial de Mazda Japón.
Al
lado del citado artículo, De Standaard publica otro que comenta la noticia: “Una
promoción (la del presidente) sobre un cementerio de despedidos. Esto no puede
ser”. Refleja las opiniones de líderes sindicales belgas, que llaman a esta
promoción “una bofetada a las miles de personas que han perdido su empleo”, y “escandaloso,
que alguien que causa unos dramas tan fuertes pueda recibir además una
promoción. Que tenga en primer lugar la audacia para explicar a la gente en qué
se basa su decisión.” (O “tener agallas”, para no citar, por decencia, a los
genitales masculinos).
Odell
ya explicó la razón. No hay más que una: sobrecapacidad (por la caída de las
ventas en Europa, no en los EEUU). Y yo me pregunto: ¿No se recurrirá a estos “remedios”
porque faltan otras ideas para mantener a una empresa competitiva? Y esto
ocurre hoy cuando no puedes abrir el periódico sin que se hable de “innovación” y de "innovar"…
El
año que viene la Ford cumplirá 110 años. En sus principios la compañía producía
unos pocos coches por día en su fábrica en la que grupos de dos o tres hombres
trabajaban con cada automóvil. Henry Ford era un innovador real, no un "saneador". ¿Qué
pensaría él de lo que está ocurriendo hoy en la Ford?
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