domingo, octubre 15, 2006

DEMOCRACIA ¿DONDE ESTAS?

Algunos piensan que la democracia es como un partido de fútbol donde los equipos contrarios son los partidos políticos. No un partido amistoso. Un partido de la liga política profesional. Profesional en el sentido de asalariado con "premios". No necesariamente en el sentido de calidad profesional. Cuanto más alto nivel de remuneración económica, a veces menos profesional. Donde se trepa como en el Principio de Peter, hasta su nivel de incompetencia.

Un partido donde lo importante es meter goles al contrario. Con tácticas como "la mejor defensa es el ataque" o "jugar al contragolpe". Importa menos la calidad del juego, el objetivo es ganar el partido, muchos partidos. Con el "contragolpe" a veces se entiende golpes en el tobillo, codazos en la cara, o cabezazos contra cabezas o pechos, en lugar de buscar el balón. Por lo tanto un partido donde se sacan muchas tarjetas amarillas y rojas. La diferencia es que no las saca un arbitro. En este partido no hay árbitro.

Un partido con insultos los unos contra los otros porque no se puede insultar al árbitro, porque no lo hay. O sí lo hay, el pueblo que vota en las elecciones cada x años. Solo el que vota, que muchas veces ni llega al 50 %. Un árbitro pasivo y amorfo. Un árbitro con un mando a distancia con la batería agotada. Con una pequeña parte del pueblo presente, que si no se gana, saca pañuelos blancos o tira almohadillas al que no es el único responsable principal, y eligen a un nuevo responsable principal para que todo siga igual.

Un partido que va en contra de la definición de la democracia que dice que "es un sistema político en el que el poder reside en el pueblo"

He leído también que "en la historia inicial de la democracia primó la componente directa (dado que se originó en la Antigua Grecia, más concretamente en la ciudad estado de Atenas, donde por la poca cantidad de ciudadanos resultaba mas fácil llegar a una opinión generalizada o consensos entre todos los ciudadanos). Me parece que hemos perdido bastante del espíritu de la democracia original de los griegos.


(Estrasburgo: Parlamento Europeo)











Abraham Lincoln (más maduro que George Bush, con todos mis respectos) definió la democracia como el "gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo". Hoy a veces no es ni para el pueblo ni por el pueblo. Parece que es más "para el sistema político"....

Hoy la democracia es un partido de fútbol donde los componentes del equipo se eligen a sí mismo en unos "lobbies" y que solo aprueban o suspenden con aplausos o silbidos en las tribunas y en la prensa. Un partido donde el fair play es invisible en el césped.

Un partido donde el empate no vale. Porque así no se puede gobernar. Porque si se gobierna así hay que ceder. Y ceder no se puede en un partido de fútbol político. Porque solo existe el "enemigo político".

Y "no hay enemigo pequeño" como decía Di Estéfano ....

Esta mañana, domingo, vi salir una señora mayor de su casa haciendo el signo de la cruz. También lo hacen algunos futbolistas al pisar el césped. Habrá que divulgar de nuevo esta costumbre, porque la democracia que tenemos ni es capaz de asegurar la convivencia pacífica en la calle.

¿Entonces hay que volver a la dictadura? Tampoco. Porque no existe partido de fútbol dictatorial, ni profesional ni amateur. Solo hay un jugador, que es un ilustrado, que lo sabe todo y que dispone de todo. No tiene contrarios, o sí los tiene, pero no los deja jugar.

¿Entonces qué es la solución? La solución no se puede dar con un manual de fútbol profesional.

La solución viene de la educación generalizada en una actitud democrática, en una responsabilidad democrática (votar no es solo un derecho, es también un deber), en el respeto, en el civismo, en la ética, en el altruismo, etc., en resumen en los VALORES HUMANOS Y ESPIRITUALES. Con valores materiales y económicos también, pero al servicio del ser humano, de todos los seres humanos. Sin valores el pueblo no esta preparado ni tiene la madurez para asumir la responsabilidad del poder y no es capaz de exigir a los políticos de gobernar para él, que es todo el pueblo, no para un partido político. En un pueblo democrático no pueden haber "enemigos políticos", solo adversarios, deportivos y con fair play.

El objetivo de un político no debe ser cargarse al contrario político. Este político se olvida del pueblo. Del pueblo soberano, cuya confianza debe merecer.

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