Esa es la historia del fraude y de
los paraísos fiscales. En el espacio de una semana leí dos artículos cortos que
dicen mucho.
“The Lying Game” (El Juego de la Mentira) lo llama
Christopher Matthews en TIME (15 de abril), parafraseando una serie de la
televisión estadounidense, en su artículo que lleva el subtítulo “Cómo contribuyentes están ocultando miles
de millones de dólares a los gobiernos”. Lo hacen aplicando deducciones
falsas, o simplemente mintiendo en lo que declaran, y manteniendo cuentas
bancarias en los paraísos fiscales.
“Las Cifras del Fraude – Un
informe de Tax Justice Network,
basado en datos del Banco Mundial, muestra cómo los contribuyentes ocultan a
Hacienda miles de millones de euros”, publica en XL Semanal. (En julio 2012
Reuters publicó resultados de un estudio de Justice Network que estima entre 21
y 32 millones de millones de dólares que los ricos mantienen en secreto en
paraísos fiscales, y que esto supone que hasta 280 mil millones de dólares de impuestos dejan de
pagar)
Los citados artículos enumeran para
diferentes países los dineros, en porcentajes del PIB, que están ocultos y no
pagan impuestos. TIME lo representa además con imágenes de Pinocho cuya
longitud de su nariz es
proporcional a la “mentira” del
contribuyente.
Es sorprendente que en un país
como Suiza, conocido como paraíso fiscal, tiene un porcentaje de fraude fiscal
de sus ciudadanos de los más bajos del mundo, el 8,5%. Dicen que es porque los
suizos son más leales con su gobierno del que se sienten partícipes gracias a
su sistema de democracia directa.
Los EEUU le siguen de cerca con
un 8,6%, aunque en cifras absolutos equivale a un fraude de cerca de 385 mil
millones de dólares. No estando contenta con ello la, la hacienda norteamericana
IRS, firmó recientemente un acuerdo con Suiza para reducir la evasión de
capitales.
En Europa la cosa está peor. En
el Reino unido, Francia y Alemania, los porcentajes son respectivamente 12,5%,
15%, y 16%. Sin embargo bastante peores son España (22,5%), Italia (27%) y
Grecia (27,5%), precisamente tres países donde la crisis económica se deja
sentir más. Es la Ley de Causa y Efecto. El Reino Unido y Alemania están
reforzando su lucha contra el fraude. En España
el fraude a Hacienda es de 107.350
millones de euros, equivalentes a los ajustes que pide la UE a este país. Si
Hacienda no los detecta, los tendremos que pagar de nuestros bolsillos los que
hacemos nuestra declaración en conciencia y con responsabilidad. Aquí el que
paga impuestos parece que es tonto (a los ojos del defraudador). ¿Dónde está el
control del fraude que los honestos reclaman? ¿Qué podemos esperar de líderes políticos
que reciben dinero en un sobre? (Probablemente en billetes de 500€, que la
oposición ahora quiere prohibir).
No nos vale ni es un consuelo citar
ejemplos de América Latina donde se baten records, en México (30%) y Brasil
(39%), pero sobre todo países pobres como Bolivia, donde dos tercios del dinero
generado no se declara (66%).
Son muchos los paraísos (y
semiparaísos) fiscales donde se puede esconder todo este dinero negro. En Wikipedia hay
largas listas. Son la versión moderna de “Treasure
Island - a tale of buccaneers and buried gold" (“La Isla del Tesoro
– un cuento de bucaneros y oro enterrado”), un cuento del siglo XIX del
escocés Robert Louis Stevenson. Un protagonista, el
pirata John Silver, tenía un ojo tapado y andaba con muleta porque tenía solo una
pierna. El John Silver contemporáneo lleva corbata cuando “entierra su tesoro”
en un banco de una isla de la lista de Wikipedia, y se la quita cuando pasea su
yate por el mar…
“Todos estamos contra los paraísos fiscales” escribe Ignacio
Marco-Gardoqui en su columna en el Correo del 24 de abril. ¡¿Todos?! Parece que
no todos.
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