domingo, abril 14, 2013

Han muerto una artista, un economista, y una política: SST…!!!, se habla de los tres


Sara Montiel, José Luis Sampedro, y Margaret Thatcher  han muerto en el espacio de pocos días… Han entrado en el silencio de la vida pero sus vidas suenan en los medios antes y después. ¿Quien fue más importante? Si lo medimos por la cantidad de bytes que ocupan en la enciclopedia virtual y libre, Wikipedia, este sería el “ranking”:

                        Español     Inglés        Francés       Alemán        Italiano
M. Thatcher      164.967     141.184      123.541       29.068         48.083
S. Montiel         33.339       13.049        13.925         2.294           9.871
J.L. Sampedro  11 310        5,675           4 714         7.168             833

Es evidente que la más conocida en el mundo enciclopédico virtual es Margaret Thatcher, la primera mujer a ocupar el puesto de primer ministro del Reino Unido. Murió a los 87 años. Antes de ser nombrado baronesa, ya había conseguido el título de “Dama de hierro”, cuyas políticas conservadoras pasaban a la historia con el nombre de “thatcherismo”. Conservó el Commonwealth ganando la guerra de las Malvinas, pero en el mundo obrero británico goza de poca popularidad, lo que quedó patente cuando el día de su funeral manifestantes le deseaban con carteles: “Iron woman, rust in peace” – “Dama de hierro, oxídate en paz”… O “Ding dong, the witch is dead” – “la bruja se ha muerto”…


Sara Montiel, murió a los 85, se movía en una esfera muy distinta. Actriz de películas del oeste y de musicales melodramáticos, fue también cantante de cuplés. Un género con mucho éxito en España para un público al que le gusta el romanticismo popular, pero menos conocido en una Europa donde Luis Mariano obtuvo mayores éxitos cantando fandangos en francés. A mí me gustó más la salsa caribeña, el tango argentino, la rumba y el cha-cha-chá cubanos, las sevillanas, las jotas de diversas regiones de España, y el fado portugués (sobre todo cantado por Amália Rodrigues). Aunque la llamen Saritísima, la Montiel era bastante menos conocida en el mundo occidental que la Thatcher. Se la conoce entre otras cosas por haber sido besada por Gary Cooper, y por haber contraído dos de sus cuatro matrimonios con una misma persona, el director de cine Anthony Mann, y también por sus múltiples apariencias en las portadas de las revistas rosas. Le dedicaron una estrella en el paseo de la Fama de Madrid, pero no en el de Hollywood, porque para esto tienes que haber obtenido un Oscar, por lo menos.


José Luis Sampedro era el polo opuesto. “Un rebelde de 96 años” como lo llama el periodista César Coca en El Correo del 10 abril. Sampedro era un economista humanista convencido, pero también un excelente escritor y profesor. “Fue capaz de aunar enseñanza con deleite, pues esto es lo que se obtenía escuchando su magnífica oratoria, la originalidad de sus planteamientos, al tiempo que se disfrutaba de su gran erudición. Con él se aprendía economía mundial, y también a discurrir, reflexionar y a pensar críticamente”, escribe Carlos Berzosa, rector de la Universidad Complutense de Madrid en su prólogo al libro “Economía Humanista – algo más que cifras” (Editorial Debate, 2009), que contiene una selección de artículos de economía de José Luis Sampedro escritos durante los años sesenta y setenta del siglo pasado. Su concepto de la economía era opuesto al de Milton Friedman, “un fanático de la libertad económica” pero era afín a las ideas de John Kenneth Galbraith, quien afirmó que “buena parte de los textos de la ciencia económica en los últimos siglos contienen formulaciones en el sentido deseado por los poderes establecidos”, lo que a Sampedro le lleva a decir, “Se comprende que este excelente economista no pudiera obtener el Premio Nobel, concedido en cambio a su oponente Friedman.”

Curiosamente, el Wikipedia alemán dedica tres veces más bytes a Sampedro que a Sara Montiel; el español tres veces menos. El Wikipedia italiano va más lejos y le puntúa diez veces menos que a Saritísima. Se parece que los italianos son más “latin lovers” que los españoles… Si tomamos los bytes por página de Wikipedia como medida de importancia, salvo en la página alemana, José Luis Sampedro aparentemente sería  el personaje menos importante. Pero no nos dejemos engañar por los bytes. Todos los bytes no son iguales, no tienen el mismo valor humano y social. Su contenido es el que vale, no su continente. Y la página del economista humanista tiene una alta densidad de méritos por sus numerosos trabajos de calidad, apoyada por la cantidad de premios y reconocimientos que recibió por ellos:
  • Orden de las Artes y las Letras de España por “su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo”.
  • Premio Nacional de las Letras Españolas
  • Medalla de la Orden de Carlomagno del Principado de Andorra
  • Premio Internacional Menéndez Pelayo, por sus “múltiples aportaciones al pensamiento humano» desde sus facetas de economista, escritor y profesor”
  • Doctor Honoris Causa por las Universidades de Alcalá de Henares y de Sevilla

  • Escribió cerca de 30 libros, de economía, novelas, cuentos, etc., y ha sido catedrático de Estructura Económica por la Universidad Complutense de Madrid.


César Coca escribe sobre Sampedro en el Correo: “Los indignados, los rebeldes y, en general, los defensores de un mundo mejor, están ahora huérfanos de líderes sabios, coherentes y respetados… siempre ha defendido los valores frente a los intereses, el ser humano ante el capitalismo, la libertad d pensamiento como paso previo a la expresión, el cumplimiento del deber ético por encima del éxito…”. Y como ya “veterano economista y pensador”, abogaba “por una reforma radical del capitalismo y un cambio social de gran calado.” Era un “indignado” como el activista  Stéphane Hessel que tiene la misma edad que Sampedro. “Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado… Hablamos en la misma onda. Comparto sus ideas y me hace feliz poder presentar en España el llamamiento de este brillante héroe de la Resistencia francesa, posteriormente diplomático en activo en muchas misiones de interés, siempre a favor de la paz y la justicia”, escribe Sampedro en su prólogo al libro de Hessel “¡Indignaos!”.


José Luis Sampedro sintonizó con el doctor Valentín Fuster, lo cual quedó patente en un diálogo entre ambos en el Parador de Cardona, plasmado  por Olga Lucas en el bestseller, “La Ciencia y la Vida” (Editorial Delbolsillo, 2009). El médico le dijo a Sampedro: “Yo estoy completamente de acuerdo contigo en que estamos viviendo en un mundo que parece haber perdido la brújula del razonamiento. Estamos viviendo en un mundo muy acelerado en el que, como contrapartida, el hombre está actuando de una manera muy pasiva. En otras palabras, es un mundo superacelerado en el que no hay tiempo para la reflexión; simplemente parece que todos debemos subir al tren, sin saber cuál es el destino y cuando más rápido, mejor.”

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