Leo en la prensa que ahora se va
volver a aumentar el límite de velocidad a 130 km/h en tramos de autopistas y
autovías en función del índice de siniestrabilidad, características de la vía o
condiciones climatológicas, y rebajar los límites de velocidad en carreteras
convencionales y en algunas calles urbanas.
¿Qué más da 120 o 130 km/h? Seamos
realistas y sinceros, ¿Cuántos automovilistas respetan los límites de
velocidad? Los respetan cuando la señal acústica de su GPS avisa de un radar próximo
(En Francia la detección de radares por GPS está prohibido, y los gendarmes con
su radar se esconden en sitios imprevistos y camuflados). Hay conductores para
los que el límite de velocidad solo se debe respetar cuando hay riesgo de que les
pillen y les caiga una multa, y que se les caigan puntos del carné. Ahora el
máximo en autopistas es 120 km/h. Cuando yo voy a esta velocidad, considerada
ya como “máxima”, hay muchos más automovilistas que me adelantan que los que
adelanto yo. ¡Apuesto a que lo mismo pasará cuando el límite estará en 130
km/h!
Circulo a menudo por una autovía urbana
donde el máximo permitido es 80 km/h. Si circulas a esta velocidad “máxima”, ves
a unos cuantos que te pasan, no a 85 km/h sino a 100 km/h o más. (Y no hablemos
de las motos que te pasan como un relámpago) Eso sí, a estos coches se les ve
las luces rojas de los frenos cuando llegan a uno de estos radares que hay unos
pocos a ciertos intervalos. No sé qué pensará el policía que controla el radar
cuando ve en su pantalla un coche circulando a la velocidad máxima con las
luces del freno encendidas: "¿Qué le pasa a ese?" Evidentemente no se puede multar a
nadie por tener las luces de frenado encendidas.
¿No parece absurdo poner límites
de velocidad cuando todos los coches son capaces de superarlas con creces,
cuando muchos pueden alcanzar los 200 km/h, o más? O al revés: ¿Por qué se
fabrican turismos con más de cien caballos que no te sirven porque no puedes
usarlos? Un despilfarro de potencia… Caballos que sobran por todos los lados, excepto
en las praderas donde hay cada vez menos.
¿Qué sentido tiene correr a
máximo130 km/h por vías públicas con un flamante Jaguar serie F-etc., con un
motor de 340 hasta 495 caballos y una velocidad que puede alcanzar 260 hasta
300 km/h? Sin embargo para participar en las 24 Horas de Le Mans su potencia
sería probablemente insuficiente. O por
qué tener un Mercedes Roadster con un
motor de cerca de 600 caballos que puede volar bajo a más de 300 km/h y que
vale más de 200.000 euros. Que además engulla cantidad de gasolina y vomita más
CO2 por kilómetro que lo que quisieran los Objetivos del Milenio. Y para ganar un
rally en el monte, nada mejor que un “Mini”.
Bueno, algún sentido tendrá un
cochazo para el que lo compra: ¿la “felicidad” de sentirse rico y de poder
mostrarlo? (a éste, pagar las multas no le duele, quizás los puntos que se la
caen del carné un poco más, pero tendrá un GPS de la última tecnología para
evitar que le cacen) ¿Sentirse más que los demás? ¿Dar envidia al vecino? ¿Ser
el centro de la atención en la carretera? Con la filosofía de “el que tiene más,
es más”. ¿Sentirse poderoso, en proporción a su número de “Caballos Vapor”?
Los coches de hoy están llenos de
alta tecnología electrónica y digital, pero les falta una que pueda registrar
el historial completo de circulación y de conducción del chofer, con conexión a
la DGT. O un sistema que acciona una alarma acústica insoportable cuando el
vehículo supera el máximo de velocidad admitida. Pero igual entonces el chofer
se metería tapones en las orejas, y el ruido molestaría a los demás
automovilistas…
Han pasado dos siglos desde “La
Belle Époque”. ¿Viviremos pronto una nueva época bonita? En las webs de venta
de segunda mano se puede comprar ahora una carroza o calesa a partir de 1000€, y por un precio parecido un caballo, también
de segunda mano. Para circular por la ciudad, porque se va a limitar la
velocidad a 30km/h, casi como entonces. Pero entonces no era por imposición.
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