domingo, octubre 06, 2013

¿Por qué fijar límites de velocidad que no se van a respetar?


Leo en la prensa que ahora se va volver a aumentar el límite de velocidad a 130 km/h en tramos de autopistas y autovías en función del índice de siniestrabilidad, características de la vía o condiciones climatológicas, y rebajar los límites de velocidad en carreteras convencionales y en algunas calles urbanas.

¿Qué más da 120 o 130 km/h? Seamos realistas y sinceros, ¿Cuántos automovilistas respetan los límites de velocidad? Los respetan cuando la señal acústica de su GPS avisa de un radar próximo (En Francia la detección de radares por GPS está prohibido, y los gendarmes con su radar se esconden en sitios imprevistos y camuflados). Hay conductores para los que el límite de velocidad solo se debe respetar cuando hay riesgo de que les pillen y les caiga una multa, y que se les caigan puntos del carné. Ahora el máximo en autopistas es 120 km/h. Cuando yo voy a esta velocidad, considerada ya como “máxima”, hay muchos más automovilistas que me adelantan que los que adelanto yo. ¡Apuesto a que lo mismo pasará cuando el límite estará en 130 km/h!

Circulo a menudo por una autovía urbana donde el máximo permitido es 80 km/h. Si circulas a esta velocidad “máxima”, ves a unos cuantos que te pasan, no a 85 km/h sino a 100 km/h o más. (Y no hablemos de las motos que te pasan como un relámpago) Eso sí, a estos coches se les ve las luces rojas de los frenos cuando llegan a uno de estos radares que hay unos pocos a ciertos intervalos. No sé qué pensará el policía que controla el radar cuando ve en su pantalla un coche circulando a la velocidad máxima con las luces del freno encendidas: "¿Qué le pasa a ese?" Evidentemente no se puede multar a nadie por tener las luces de frenado encendidas.

¿No parece absurdo poner límites de velocidad cuando todos los coches son capaces de superarlas con creces, cuando muchos pueden alcanzar los 200 km/h, o más? O al revés: ¿Por qué se fabrican turismos con más de cien caballos que no te sirven porque no puedes usarlos? Un despilfarro de potencia… Caballos que sobran por todos los lados, excepto en las praderas donde hay cada vez menos.

¿Qué sentido tiene correr a máximo130 km/h por vías públicas con un flamante Jaguar serie F-etc., con un motor de 340 hasta 495 caballos y una velocidad que puede alcanzar 260 hasta 300 km/h? Sin embargo para participar en las 24 Horas de Le Mans su potencia sería probablemente  insuficiente. O por qué  tener un Mercedes Roadster con un motor de cerca de 600 caballos que puede volar bajo a más de 300 km/h y que vale más de 200.000 euros. Que además engulla cantidad de gasolina y vomita más CO2 por kilómetro que lo que quisieran los Objetivos del Milenio. Y para ganar un rally en el monte, nada mejor que un “Mini”.

Bueno, algún sentido tendrá un cochazo para el que lo compra: ¿la “felicidad” de sentirse rico y de poder mostrarlo? (a éste, pagar las multas no le duele, quizás los puntos que se la caen del carné un poco más, pero tendrá un GPS de la última tecnología para evitar que le cacen) ¿Sentirse más que los demás? ¿Dar envidia al vecino? ¿Ser el centro de la atención en la carretera? Con la filosofía de “el que tiene más, es más”. ¿Sentirse poderoso, en proporción a su número de “Caballos Vapor”?

Los coches de hoy están llenos de alta tecnología electrónica y digital, pero les falta una que pueda registrar el historial completo de circulación y de conducción del chofer, con conexión a la DGT. O un sistema que acciona una alarma acústica insoportable cuando el vehículo supera el máximo de velocidad admitida. Pero igual entonces el chofer se metería tapones en las orejas, y el ruido molestaría a los demás automovilistas…



Han pasado dos siglos desde “La Belle Époque”. ¿Viviremos pronto una nueva época bonita? En las webs de venta de segunda mano se puede comprar ahora una carroza o calesa a partir de 1000€,  y por un precio parecido un caballo, también de segunda mano. Para circular por la ciudad, porque se va a limitar la velocidad a 30km/h, casi como entonces. Pero entonces no era por imposición.

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