
El secreto está en cómo cortar las bolsas para que salga una tira de una sola pieza y sin desperdiciar nada de la bolsa de plástico. No tiene patentado el know how y por eso no voy a contar el secreto. La encontramos hace unos días en Laguardia, sentada en un banco de piedra en la fachada de la iglesia, cuando pasamos por allí.
Muy cerca de allí encontramos también un monumento a nosotros, los viajeros, del artista Koko Riko.

Dos formas de reciclar con arte. Eran sorpresas de una excursión a la Rioja Alavesa.
Nota: No estoy en las fotos. Casi nunca estoy. Yo las saco.
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