Miret Magdalena ha muerto el 12 de Octubre a los 95 años víctima de una larga enfermedad. Era un químico que ejerzó como teólogo y pensador, experto en ética y sociología. La ciencia y la filosofía han ido muchas veces de la mano en la historia, desde la antigua Grecia, con Aristóteles y otros… Tenía intención de ser jesuita pero no lo fue. La Guerra Civil lo impidió. Era un teólogo poco ortodoxo.
Ha publicado unos cuantos libros con títulos como:
Los nuevos católicos, Cristianismo para el pueblo, Biografia de Sigmund Freud, Catolicismo para mañana, Por una nueva educación religioso-moral, La revolución de lo religioso, Violencia y agresividad, La educación de nuestros jóvenes difíciles, El nuevo rostro de Dios, Amor y sexualidad, La vuelta a los valores, Como ser mayor sin hacerse viajo, ¿Qué nos hace falta para ser felices?: un nuevo modo de pensar y de vivir, etc. Y escribió artículos en El País, El Periódico de Catalunya, Temas para el Debate y Biblia y Fe, etc.
Hace cuatro años la periodista y escritora Elena Pita le entrevistó y le dedicó un artículo en el Magazine del periódico El Mundo en el que dice que además de sus memorias, ha escrito reiteradamente sobre la importancia de entender la muerte como parte fundamental de la vida. Propone para ello una serie de ejercicios que llama "para una muerte buena": ¿los practica? "Sí, hablo basándome en la ciencia pero siempre desde mi experiencia personal. Somos una vida para la muerte y es importante prepararse para ello. ¿Y qué es la muerte? Desde el punto de vista cristiano no es un final sino un paso a otra situación, incluso hay científicos que lo sostienen". ¿Preparado? "Sí, sí; bueno, más o menos ejercitado: ahora que lo veo cercano, pienso más en ello, serena y racionalmente: todos deberíamos hacerlo". ¿Única sabiduría alcanzable? "Sí, tal vez así sea: con ello lograríamos ser más felices. La muerte es un descanso con esperanza, y la esperanza es el valor fundamental del ser humano".
Pedro Miguel Lamet, jesuita poeta, escritor y periodista, dedica en su blog un artículo-homenaje a su amigo: Miret hizo razonable la fe. Y dice: Hoy ha muerto un amigo y un gran cristiano de frontera: Enrique Miret Magdalena. Teólogo autodidacta, laico comprometido y hombre libre, fue muy denostado por amplios sectores de la Iglesia oficial. Pero lo que no han valorado muchos católicos que se consideran fieles y ortodoxos es la labor de credibilidad que ofreció a esa gente alejada de la fe porque quizás no entiende una Iglesia encastillada y olvidada en no pocos aspectos de Jesús de Nazaret...
Bajo el título, Enrique Miret, cristiano ecuménico y teólogo seglar, Juan José Tamayo, secretario general de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, escribe sobre él en la página web de Atrio: Con el fallecimiento de Enrique Miret Magdalena el catolicismo español pierde una de sus voces más autorizadas. Desde mediados del los años cincuenta se mostró crítico del nacionalcatolicismo, enfrentándose a las autoridades religiosas y políticas, que intentaron silenciarle sin conseguirlo dada su independencia ideológica.
De Enrique Miret Magdalena nos han quedado algunas frases para la reflexión: “Siente, no seas una máquina de pensar”, y “Respeta el silencio; abrirá tu alma”...
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