(Retrato dibujado por Anne Van Herrewegen)
Así comenta hoy, 19 de Noviembre, el demócrata-cristiano y primer ministro de Bélgica (ya por pocos días) Herman Van Rompuy en tres lenguas, el neerlandés, el francés y el inglés, su nombramiento en su blog privado (no el oficial), (parcialmente traducido al español):
Aún cuando me cuesta particularmente abandonar la dirección de mi país, acepto su decisión y les agradezco el honor que me hacen. Veo en ello además una muestra de reconocimiento para Bélgica que, como estado fundador, siempre se ha comprometido continuamente y plenamente con la construcción de Europa. No he solicitado esta alta función. No he emprendido ninguna medida. Pero la asumo a partir de esta tarde con convencimiento…
La función por la que acaban de elegirme es nueva. Con razón el Tratado de Lisboa ha querido dar más continuidad y coherencia a los trabajos del Consejo Europeo de hombres de estado y líderes de gobierno. Las presidencias semestrales de un país tienen la ventaja que cada uno de los 27 miembros están involucrados en el trabajo europeo. Tienen el inconveniente que falta una perspectiva. Tengo la intención decidida a cuidar que nuestro funcionamiento se en marque en un proceso duradero. Gracias a una perspectiva que es más larga que un periodo de 6 meses, podremos organizarnos mejor alrededor de grandes legajos plurianuales, tales como las previsiones financieras o la Estrategia de Lisboa.
Pienso asimismo que un “retorno a las orígenes” del Consejo Europeo podría servirnos para discutir de vez en cuando, también de una manera libre e informal, las grandes cuestiones de la construcción europea. Pienso en particular en la agenda económica y social, para la que además hay una urgencia, en los desafíos ecológicos y energéticos, así como en las aspiraciones a más seguridad y justicia de nuestros conciudadanos. (en la foto: en la puesta en servicio oficial del primer parque eólico del Canal de la Mancha a 27 kilómetros de la costa belga que será ampliado desde las 6 turbinas actuales hasta 54 en 2013, con una energía eléctrica suficiente para 600.000 familias)
Vivimos en u periodo excepcionalmente difícil; la crisis financiera y los efectos dramáticos en el empleo y en los presupuestos, la crisis climática que amenaza nuestra supervivencia. Un periodo de angustia y de incertidumbre y de falta de confianza. Y sin embargo los problemas son superables con un esfuerzo conjunto en nuestros países y entre nuestros países. 2009 Es también el primer año de la gobernanza mundial con la instauración del G20 en plena crisis financiera. La Conferencia del Clima de Copenhague es otra etapa en la gestión de nuestro planeta. Nuestra misión es una misión de esperanza sostenida por actos u por la acción.
Nuestra Unión pertenece a cada uno de nosotros. No es un juego cuya suma es cero. La Unión debe beneficiar a cada miembro.
Van Rompuy explica a continuación cómo este principio cardenal le impulsa a una doble línea de conducta: el respeto a la sensibilidad de cada uno (“la diversidad es una riqueza”), el corolario a nivel de acción por el que cada país debe salir como vencedor de la negociación (“una negociación con perdedores es siempre una mala negociación”)…
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