En el fondo de una carpeta encontré este papel con aspecto ya casi de pergamino, debido al tiempo transcurrido, cuyo conocimiento había desaparecido de mi lóbulo cerebral, donde se suele conservar la memoria de cosas así.
Dicen que esta historia inverosímil del accidente laboral de un albañil gallego es real, aunque cueste creerlo. Y si ha sido real, es un milagro que la víctima la haya podido contar. Pero ya es tarde para comprobarlo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario