En Bélgica es el ministerio de la Salud Pública quien decide
si un tratamiento es reembolsable o no. Lo decide consultando a una serie de
expertos del Centro
Federal del Conocimiento para el Cuidado de la Salud que basan su opinión
en razones y criterios científicos que son sopesados unos contra otros. También,
por la situación económica actual, hay un límite presupuestario que no permite
el reembolso de cualquier tratamiento para cualquier ciudadano.
Se suponía que los criterios de los expertos eran
también los de los ciudadanos, pero nunca se les había pedido su opinión. Para
saberlo, el centro ha lanzado una encuesta
para saber qué tratamientos médicos les resultan más importantes. El objetivo
era que los que toman las decisiones puedan elaborar procedimientos más
transparentes a partir de ahora.
La mayoría de unos 4500 que respondieron a la encuesta
consideraban que se debía dar prioridad al reembolso del tratamiento de
enfermedades que tienen un impacto fuerte en la calidad de vida, y en segundo
lugar las enfermedades para las que el tratamiento actual causa muchas molestias.
Solo después vienen las enfermedades que tienen un impacto en la esperanza de
vida. En concreto, los ciudadanos consideraban que la necesidad de un mejor
tratamiento es más alta en el caso de una enfermedad que, aunque no sea mortal,
produce una calidad de vida muy mala, que en el caso de una enfermedad con una
calidad de vida relativamente buena, pero que causa una muerte más temprana.
Un 11 % de los encuestados decían tener una enfermedad grave y un 32% que tenían algún familiar con una enfermedad seria.
Un 11 % de los encuestados decían tener una enfermedad grave y un 32% que tenían algún familiar con una enfermedad seria.
Los resultados no tendrán un efecto directo en el
sistema de salud pero permitirán a los que toman las decisiones tener en cuenta
lo que valoran los ciudadanos, y facilitar la justificación y transparencia de
las decisiones.
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