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jueves, septiembre 13, 2018

El 15 de septiembre celebramos el Día Internacional de la Democracia. Necesitamos una Democracia de mejor Calidad.

Hace 3 años, en 2015, las Naciones Unidos proclamaron que “la democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada por los pueblos para determinar sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales y su plena participación en todos los aspectos de sus vidas.” 


En tan solo 3 años las cosas han cambiado mucho, y no parece que a mejor. Esta vez el Día Internacional de la Democracia cobra un significado muy especial e importante. Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas expresa así su preocupación: "La democracia se ve sometida a más presión ahora que en ningún otro momento desde hace décadas. Por ello, este Día debería hacernos buscar formas de vigorizar la democracia y respuestas a los desafíos sistemáticos que enfrenta.”

Y continúa diciendo: “Ello supone corregir la desigualdad, tanto económica como política. Supone hacer más inclusivas nuestras democracias, mediante la integración de los jóvenes y los marginados en el sistema político. Y supone hacer que las democracias sean más innovadoras y receptivas a los nuevos desafíos.

Esforzarnos por un futuro que no deje a nadie atrás nos exige considerar interrogantes esenciales y urgentes. Por ejemplo, ¿cómo repercutirán la migración o el cambio climático en la democracia en la próxima generación? ¿Cuál es la mejor forma de aprovechar el potencial de las nuevas tecnologías evitando al mismo tiempo sus peligros? ¿Cómo hemos de construir una mejor gobernanza para que la democracia ofrezca mejores condiciones de vida y colme las aspiraciones de las personas?

En este Día Internacional de la Democracia, comprometámonos a aunar nuestras fuerzas por el futuro de la democracia.”

Esta última frase tiene una importancia relevante. Tenemos que reflexionar seriamente sobre lo que significa el concepto “democracia”, y qué entendemos por “calidad democrática”.

En la Declaración Universal de los  Derechos Humanos se dice (artículo 21,3): "La voluntad del pueblo será la base de la autoridad del gobierno" No dice qué parte del pueblo, ni qué partido político. No dice qué porcentaje del pueblo debe gobernar para que represente todo el pueblo. Y allí interviene el concepto “calidad democrática”, o la capacidad de ponerse de acuerdo, de entenderse entre diferentes. Porque la verdadera democracia sirve para unir a la gente, no para separarla. Porque el pueblo somos todos.

Para reflexionar y obtener respuestas sobre la calidad democrática es aconsejable leer un libro de apenas 130 páginas editado por primera vez por la UNESCO en 1995. Su título: “Introducing Democracy – 80 Questions and Answers”. Los autores son el británico David Beetham, Director Adjunto de la Auditoría Democrática del Centro de Derechos Humanos del Reino Unido y Profesor Emérito de la Universidad de Leeds, y el estadounidense Kevyn Boyle, Profesor de Historia Americana del siglo XX a la Universidad Pública de Ohio y autor de varios libros sobre clases sociales, temas raciales y políticos.

Los autores hacen la pregunta: “¿Es la regla de la mayoría siempre democrática? Y hablan por ejemplo de “la subordinación de las minorías”, y “el derecho a vetar las leyes que vulneran sus intereses vitales”, tales como “su autonomía para administrar sus propios asuntos”.

Los autores concluyen con un consejo: “Una mayoría sabia irá de alguna manera al encuentro de la minoría, si es posible, en lugar de usar su posición mayoritaria simplemente para anularla. La democracia solo es sostenible si las personas pueden aceptar continuar viviendo juntas. Y esto requiere que las mayorías, y los gobiernos que las representan, estén preparados para ejercer una medida de autocontrol, y no siempre utilicen el procedimiento mayoritario para capturar todo para sí mismos y su propio punto de vista.” Según Wikipedia se denomina "mayoría absoluta" a la circunstancia que se da en una votación cuando un candidato o proposición obtiene más de la mitad de los votos. O sea que el 50,1% de los electores puede exigir el 100% para sí, en contra de la voluntad del 49,9% de los electores que han votado (que si el voto no es obligatorio, y solo el 75% ejercen su derecho al voto, estos solo representan al 37,6% de los adultos). Pero Wikipedia no define la calidad democrática.

En una democracia de calidad la gente escucha las voces sensatas y cultiva el espíritu crítico y la autocrítica, en lugar de dejarse impresionar por el ruido de los altavoces en los mítines políticos. Es necesario una educación en la democracia, consultar fuentes sensatas, el aprendizaje de la reflexión independiente, la capacidad de pensar por sí mismo de forma crítica y objetiva: saber prever y sopesar las consecuencias de las decisiones que se tomen. Y sobre todo cultivar el espíritu social y de la convivencia. Con el Brexit hemos visto el gran lío que se arma por la falta de calidad democrática y una propaganda engañosa, calentando más los instintos que la razón. Que la gente se entera después de votar, y no antes, de los problemas que se han creado, y muchos votarían hoy de forma distinta. Aquí mismo, en España, observamos el problema que se ha creado con y dentro de Cataluña, dividiendo al pueblo, por la falta de consensos, la falta de calidad democrática.


Este año celebramos también los 70 años de la Declaración de los Derechos Humanos. (La edad de una “anciana”). Se formularon en 1948, tres años después de una terrible guerra mundial que estaba todavía muy viva en la memoria de los que la sufrimos. La ONU fue creada en 1945, nada más terminar la guerra, que las generaciones de hoy no han vivido en sus carnes. Aunque pueden revivir algunos de los horrores, sin sufrirlos, viendo las películas en Youtube. Hay unas cuantas. Aunque ninguna película puede sustituir a la cruda realidad. Hay que conocer la historia y aprender de ella para no repetir errores terroríficos. Una nueva guerra 4.0 será mucho más devastadora que las anteriores.

Cuanto más gente se preocupa por la paz, menos probabilidad de guerra habrá.

La paz no se puede mantener por la fuerza- Solo se puede conseguir con el entendimiento” dijo Albert Einstein, quien tuvo que refugiarse en los EEUU para no morir en un campo de exterminio alemán. Porque, aunque era alemán, tuvo “la mala suerte” de ser  judío.


Hace 3 años la ONU llamó a los líderes políticos de todo el mundo a poner la democracia al servicio del desarrollo sostenible. Miembros de parlamentos procedentes de unos 140 países participaron en la Cuarta Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamento para explorar fórmulas que permitan superar los desafíos globales para la paz y la democracia.

Para superar estos desafíos al nivel global, en primer lugar tenemos que ser capaces de superarlos en nuestro propio entorno.




lunes, abril 23, 2018

12 Años reflexionando sobre la democracia...



Democracia, ¿Dónde estás?

Octubre 15, 2006

Abraham Lincoln (más maduro que George Bush, con todos mis respectos) definió la democracia como el "gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo". Hoy a veces no es ni para el pueblo ni por el pueblo. Parece que es más "para el sistema político"....

La solución viene de la educación generalizada en una actitud democrática, en una responsabilidad democrática (votar no es solo un derecho, es también un deber), en el respeto, en el civismo, en la ética, en el altruismo, etc., en resumen en los VALORES HUMANOS Y ESPIRITUALES. Con valores materiales y económicos también, pero al servicio del ser humano, de todos los seres humanos. Sin valores el pueblo no esta preparado ni tiene la madurez para asumir la responsabilidad del poder y no es capaz de exigir a los políticos de gobernar para él, que es todo el pueblo, no para un partido político. En un pueblo democrático no pueden haber "enemigos políticos", solo adversarios, deportivos y con fair play.

Un catecismo de la democracia en 80 preguntas y respuestas

Mayo 30, 2009

Un libro muy aconsejable, por su exposición clara y práctica, para estudiantes, periodistas y ciudadanos en general, pero sobre todo para estos líderes políticos que a veces tienen una idea un poco peculiar sobre lo que es una democracia, y sobre todo sobre lo que es el espíritu democrático. Una democracia que algunos llaman de forma simplista o reducen al “estado de derecho” o la democracia “de la mayoría parlamentaria” (a veces de la mitad más uno contra la mitad menos uno) olvidando que las leyes no son perfectas y que el pueblo es todo el pueblo (o casi) y no una parte del pueblo. Y que se olviden a veces que el actor principal de una democracia es, o debe ser, este pueblo, no los políticos, aunque los haya elegido el pueblo. Y que por eso es tan importante educar el pueblo en la democracia.

La democracia, “el gobierno del pueblo por el pueblo” (Palabras de Obama en El Cairo y la Europa “democrática”)

Junio 08, 2009

"hay quienes abogan por la democracia sólo cuando están fuera del poder; una vez en el poder, son implacables en la represión de los derechos de los demás. Por lo tanto, no importa donde se establece, el gobierno del pueblo por el pueblo establece una norma única para todos los que detentan el poder: debes mantener tu poder a través del consentimiento, y no por coacción; debes respetar los derechos de las minorías, y participar con un espíritu de tolerancia y de compromiso; debes poner los intereses de tu pueblo y el funcionamiento legítimo del proceso político por encima de tu partido. Sin estos ingredientes, las elecciones por sí solas no hacen una verdadera democracia.” Habla Barack Obama sobre la democracia en la Universidad de El Cairo. junio 08, 2009

En una democracia sana la gran mayoría del pueblo participa siendo consciente de que el gobierno es “por el pueblo”. Abstenerse es no participar en el juego democrático. Solo veo cuatro razones para no votar: el pasotismo o la pereza, la imposibilidad física o mental, la ausencia del país, o el haber perdido sus derechos civiles por haber sido un mal ciudadano. No votar porque no se está de acuerdo con el sistema electoral, con el sistema político o con los políticos, no es una respuesta democrática. La forma de expresarse estos casos es votar en blanco. Con abstenerse no se expresa nada.
Votar es un derecho, pero para el demócrata también una obligación. Esto la han entendido muy bien los (pocos) países donde el voto es obligatorio, donde votar es una obligación legal, por una ley votada libremente en el parlamento por los representantes del pueblo como cualquier otra ley votada democráticamente.

El Pueblo se rebela…

Mayo 20, 2011

El 15 de mayo 2011 las plazas de España se llenan de gentes convocadas por las redes sociales y piden lo mismo. Una democracia de “Nosotros el Pueblo”, o sea, una democracia real. Una democracia de abajo arriba y no de arriba abajo. Una democracia con raíces en el pueblo. El Preámbulo de la Constitución de los Estados Unidos empieza con “We the People”.
“Nosotros el Pueblo de los Estados Unidos, con el Fin de formar una Unión más perfecta, de establecer la Justicia, de asegurar la Tranquilidad doméstica, de proporcionar la Defensa común, de promover el Bienestar general y de garantizar las bendiciones de la Libertad para nosotros y nuestra posteridad, decretamos y establecemos esta Constitución para los Estados Unidos de América .”

Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la UNESCO, tiene un blog “La Fuerza dela Palabra” en el que habla de este movimiento popular al que llama “La marea Virtual”. Dice “…desde hace años hemos venido insistiendo en la importancia, para la consolidación de la democracia, de la participación ciudadana, de tal manera que, además de ser contados en los comicios electorales, en las urnas, seamos tenidos en cuenta por los gobernantes, ya que en esto consiste, precisamente, la genuina democracia: tener en cuenta constantemente a los ciudadanos y no sólo contarlos por los votos emitidos cada x años. Votar, votar, desde luego, para cumplir con un deber cívico esencial y procurar que los parlamentos y gobiernos reflejen fielmente la voluntad de los ciudadanos, sin imposiciones partidistas. Pero, sobre todo, ir construyendo la “nueva ciudadanía”, la que opina constantemente a través del ciberespacio, la que, por fin, puede expresarse sin cortapisas, abiertamente.

Sobre el "derecho a decidir" y la calidad democrática.

Septiembre 10, 2016

Es cierto que el pueblo tiene o debe tener el derecho a decidir. Porque en una verdadera democracia el gobierno es del pueblo que gobierna para el pueblo. Pero pueblo somos todos y el gobierno debe representar a todos o por lo menos una gran mayoría del pueblo. El pueblo no son los líderes políticos de un partido, ni sus afiliados, ni cada partido político independientemente. El pueblo somos todos los ciudadanos. En una democracia se gobierna para cumplir con los derechos humanos, que si son derechos también implican deberes. Y nuestra libertad no puede chocar con la libertad de los demás. Porque cada uno debemos respetar los derechos de los demás. No es democrático ejercer el “derecho a decidir” de una parte del pueblo contra la otra. En una democracia las decisiones debe ser fruto del máximo consenso posible.

La Constitución de los EEUU dice en su preámbulo: “Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, con el fin de formar una Unión más perfecta, establecer la justicia, asegurar la tranquilidad doméstica, proveer nuestra defensa común, promover el bienestar general, y asegurar la bendición de la libertad para nosotros mismos y nuestra prosperidad, ordenamos y establecimos esta Constitución para los Estados Unidos de América.”

Y aquí interviene lo que se llama la calidad democrática. ¿De quién es el derecho a decidir?

Escocia tuvo su referéndum para decidir sobre su independencia del Reino Unido. Ganaron los del no, aunque con escaso margen. Y no se separó. Normal. Y luego hemos tenido el referéndum del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ambos referéndums tenían una calidad democrática bastante baja, en particular el Brexit. Lo expliqué en el último artículo de un blog que había creado especialmente para el público británico bajo el alias “European Citizen” - Ciudadano Europeo. El blog se llama “To Be or not to Be European” (Ser o no Ser Europeo) parafraseando a Hamlet. El título del artículo es: “Is Brexit a true democratic decision?” (“¿Es el Brexit una decisión verdaderamente democrática?”)

A continuación la traducción al castellano:

Brexit ha ganado por 51,9% contra 48,1%. La participación en el referendum fue del 71,8%. El 28,2% no votó, y no conocemos su opinión. De hecho Brexit está respaldado explícitamente por solamente 37,3% de toda la población con derecho a voto.

La encuesta ha dividido al Reino Unido. ¿Es el propósito de una democracia dividir a la gente, dividir a un país? Por un lado, el 53,4% de Inglaterra votó a favor del Brexit y el 46,6% en contra, lo mismo hizo el País de Gales, con el Brexit 52,5% frente a 47,5% para la permanencia. Pero, por el otro lado, Escocia, Irlanda del Norte y Londres votaron a favor de permanecer en el Reino Unido. Escocia con un 62% frente al 38%, Irlanda del Norte con 55,8% frente a 44,2%, y Londres, la capital del Reino Unido, con el 59,9% contra el 40,1%. En Gibraltar más del 90% votaron permanecer en la UE.

Inglaterra y Gales decidieron para el resto del Reino Unido y en contra de la voluntad de las otras regiones del Reino Unido. ¿Qué clase de democracia es esto? ¿Podemos llamar a esto "calidad democrática"? Escocia, Irlanda del Norte, Londres y Gibraltar están descontentas, incluso enfadadas. Escocia podría pedir un nuevo referéndum para abandonar el Reino Unido y mantenerse unida a la UE (de hecho hay voces que ya lo están pidiendo o sugiriendo), e Irlanda del Norte está soñando unirse con Irlanda y así permanecer en la UE.

La Primer Ministro de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que es "democráticamente inaceptable" que Escocia se enfrente a ser sacado de la UE cuando votó quedarse. El Primer Ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, dijo que toda la isla de Irlanda debía ahora ser libre de votar sobre la reunificación.

En su libro "Introducing Democracy" (Introducción a la Democracia), editado por la UNESCO, los autores, el inglés David Beetham y el estadounidense Kevin Boyle, plantean la pregunta: "¿Es la regla de la mayoría siempre democrática?" Y hablan de la "subordinación de las minorías" y "el derecho de ciudadanos de vetar la legislación que pone en peligro sus intereses vitales", tales como "su autonomía en la gestión de sus propios asuntos". Llegan a la conclusión de que "Una mayoría sabia de alguna manera se debería acercar a la minoría, si es posible, en lugar de utilizar su posición mayoritaria simplemente para hacer caso omiso de la otra. La democracia sólo es sostenible si la gente puede estar de acuerdo en seguir viviendo juntos, y esto requiere que las mayorías, y los gobiernos que las representan, estén preparadas para ejercer una medida de auto-restricción, y no siempre utilizan el procedimiento de mayoría para capturar todo para sí mismos y su propio punto de vista".

Ahora, después del referéndum del Brexit, no pocos se están arrepintiendo de haberlo votado. No habían previsto las consecuencias. Habían votado solo con el corazón y pensando solo en sí mismos. Hay voces para repetir el referéndum. Para llamar a referéndum a un pueblo hay que decir la verdad al pueblo y darle información completa y no tendenciosa. Con todas las ventajas y los inconvenientes de los posibles resultados.

Y el 1 de Octubre. ¿Dividir a los catalanes es democracia de calidad?

Otras democracias como por ejemplo el Estado Federal Belga requieren para asuntos trascendentales como los citados al menos dos tercios de los votos en un referéndum para ser válido, tanto en el país en su conjunto como en cada región. Además el voto es obligatorio (por decisión democrática). El que no está de acuerdo con ninguna opción o con el planteamiento, puede votar en blanco o emitir un voto nulo.

sábado, septiembre 10, 2016

SOBRE EL DERECHO A DECIDIR Y LA CALIDAD DEMOCRÁTICA


Es cierto que el pueblo tiene o debe tener el derecho a decidir. Porque  en una verdadera democracia el  gobierno es del pueblo que gobierna para el pueblo. Pero pueblo somos todos y el gobierno debe representar a todos o por lo menos una gran mayoría del pueblo. El pueblo no son los líderes políticos de un partido, ni sus afiliados, ni cada partido político independientemente. El pueblo somos todos los ciudadanos. En una democracia se gobierna para cumplir con los derechos humanos, que si son derechos también implican deberes. Y nuestra libertad no puede chocar con la libertad de los demás. Porque cada uno debemos respetar los derechos de los demás. No es democrático ejercer el “derecho a decidir” de una parte del pueblo contra la otra. En una democracia las decisiones debe ser fruto del máximo consenso posible.

La Constitución de los EEUU dice en su preámbulo: Nosotros, el pueblo de los Estados Unidos, con el fin de formar una Unión más perfecta, establecer la justicia, asegurar la tranquilidad doméstica, proveer nuestra defensa común, promover el bienestar general, y asegurar la bendición de la libertad para nosotros mismos y nuestra prosperidad, ordenamos y establecimos esta Constitución para los Estados Unidos de América.”
Y aquí interviene lo que se llama la calidad democrática. ¿De quién es el derecho a decidir?

Escocia tuvo su referéndum para decidir sobre su independencia del Reino Unido. Ganaron los del no, aunque con escaso margen. Y no se separó. Normal. Y luego hemos tenido el referéndum del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ambos referéndums tenían una calidad democrática bastante baja, en particular el Brexit. Lo expliqué en el último artículo de un blog que había creado especialmente para el público británico bajo el alias “European Citizen” - Ciudadano Europeo. El blog se llama To Be or not to Be European (Ser o no Ser Europeo) parafraseando a Hamlet. El título del artículo es: Is Brexit a true democratic decision?(“¿Es el Brexit una decisión verdaderamente democrática?”)

A continuación la traducción al castellano:
Brexit ha ganado por 51,9% contra 48,1%. La participación en el referendum fue del 71,8%. El 28,2% no votó, y no conocemos su opinión. De hecho Brexit está respaldado explícitamente por solamente 37,3% de toda la población con derecho a voto.

La encuesta ha dividido al Reino Unido. ¿Es el propósito de una democracia dividir a la gente, dividir a un país? Por un lado, el 53,4% de Inglaterra votó a favor del Brexit y el 46,6% en contra, lo mismo hizo el País de Gales, con el Brexit 52,5% frente a 47,5% para la permanencia. Pero, por el otro lado, Escocia, Irlanda del Norte y Londres votaron a favor de permanecer en el Reino Unido. Escocia con un 62% frente al 38%, Irlanda del Norte con 55,8% frente a 44,2%, y Londres, la capital del Reino Unido, con el 59,9% contra el 40,1%. En Gibraltar más del 90% votaron permanecer en la UE.

Inglaterra y Gales decidieron para el resto del Reino Unido y en contra de la voluntad de las otras regiones del Reino Unido. ¿Qué clase de democracia es esto? ¿Podemos llamar a esto "calidad democrática"? Escocia, Irlanda del Norte, Londres y Gibraltar están descontentas, incluso enfadadas. Escocia podría pedir un nuevo referéndum para abandonar el Reino Unido y mantenerse unida a la UE (de hecho hay voces que ya lo están pidiendo o sugiriendo), e Irlanda del Norte está soñando unirse con Irlanda y así permanecer en la UE.
La Primer Ministro de Escocia, Nicola Sturgeon, dijo que es "democráticamente inaceptable" que Escocia se enfrente a ser sacado de la UE cuando votó quedarse. El Primer Ministro de Irlanda del Norte, Martin McGuinness, dijo que toda la isla de Irlanda debía ahora ser libre de votar sobre la reunificación.

En su libro "Introducing Democracy" (Introducción a la Democracia), editado por la UNESCO, los autores, el inglés David Beetham y el estadounidense Kevin Boyle, plantean la pregunta: "¿Es la regla de la mayoría siempre democrática?" Y hablan de la "subordinación de las minorías" y "el derecho de ciudadanos de vetar la legislación que pone en peligro sus intereses vitales", tales como "su autonomía en la gestión de sus propios asuntos". Llegan a la conclusión de que "Una mayoría sabia de alguna manera se debería acercar a la minoría, si es posible, en lugar de utilizar su posición mayoritaria simplemente para hacer caso omiso de la otra. La democracia sólo es sostenible si la gente puede estar de acuerdo en seguir viviendo juntos, y esto requiere que las mayorías, y los gobiernos que las representan, estén preparadas para ejercer una medida de auto-restricción, y no siempre utilizan el procedimiento de mayoría para capturar todo para sí mismos y su propio punto de vista".

Ahora, después del referéndum del Brexit, no pocos se están arrepintiendo de haberlo votado. No habían previsto las consecuencias. Habían votado solo con el corazón y pensando solo en sí mismos. Hay voces para repetir el referéndum. Para llamar a referéndum a un pueblo hay que decir la verdad al pueblo y darle información completa y no tendenciosa. Con todas las ventajas y los  inconvenientes de los posibles resultados.
Otras democracias como por ejemplo el Estado Federal Belga requieren para asuntos trascendentales como los citados al menos dos tercios de los votos en un referéndum para ser válido, tanto en el país en su conjunto como en cada región. Además el voto es obligatorio (por decisión democrática). El que no está de acuerdo con ninguna opción o con el planteamiento, que vote en blanco o emita un voto nulo.

La calidad de la democracia es importante. Lo que sucedió con el referendum del Brexit no ha sido democracia de calidad.

(Fin del artículo)


Ser, Saber, Sentir